Se que no tengo destino, no sé adónde ir. Mi camino va y viene sinsentido, he retornado tantas veces al punto de partida, que ya no sé a dónde fui alguna vez
Se que mi vida es un estropicio, es un vaivén de amores y desamores, de éxitos y fracasos, más fracasos por cierto, de risas y llantos, que de tanto llorar no sé si río o sufro cundo las lágrimas desbordan mis ojos
Se que no tengo nada, nada traje, nada me llevaré. Mis logros son tan pequeños, que bien podrían podrían ser considerados fracasos también
Pero, de lo único que estoy seguro, es del lugar donde me quedaré, pues es donde quiero pasar la eternidad en este mágico lugar. Quiero quedarme en tu mirada, flotando entre las nubes, entre los sueños y las estrellas, en la magia de tus manos y embriagado en el perfume de tus cabellos. Me quedo aquí, pues aquí soy feliz.
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