viernes, 13 de septiembre de 2024

Poema 243

Por qué?! Te fuiste, vi como tu silueta, tan gracil, tan liviana y delicada se fue perdiendo en la bruma, mientras mis ojos se nublaban con espuma que flotaba en el espacio y anegaban mi corazón, mi alma, mi razón. Que duro fue verte partir! Qué duro! No puedo más, me duele el pecho, me duele toda la piel recordando ese doloroso e inexplicablemente inolvidable momento. Que dolor!

Y ahora, qué será de mi? Solamente me quedan los recuerdos de momentos que nunca llegaron siquiera a despertar, que solamente son sueños, sueños de amor, sueños de entrega, sueños de pasión. Solo me quedan esos tristes y melancólicos recuerdos que cada día me duelen más y más.

Te olvidaré? Sabes que no, nunca podré olvidarte. Es más, estoy casi completamente seguro que esto irá de mal en peor. No es que no pueda olvidarte, es que no quiero. No quiero perderte de mis sueños, de mis deseos, de mis ansias que se hacen tangibles, que se han hecho de arena y hielo y me lastiman desde la piel hasta los huesos. Que por qué te quiero tanto? Vaya uno a saber la razón de todo esto.

Y ahora, solamente te seguiré dedicando estás febriles e insensatas letras, que a nadie importan, lo sé, no es necesario que me lo vuelvas a decir. Te las regalé todas, son tuyas desde antes que hayan nacido en mi cabeza, en mi pecho. Lo sabes, no te hagas la desentendida, pues, queriendo o no, eres tú quien los ha clavado con mil dagas en mi corazón que ahora solo late por ti, para ti y contigo.

Te espero. Así no vayas a volver nunca, yo te espero, incluso mis huesos te seguirán esperando cuando hayan pasado los milenios y esté ya muerto. Te espero.

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