miércoles, 18 de septiembre de 2024

Poema 258

Pasan las noches en frío permanente, que calan los huesos y roen mis sentimientos. 
No queda nada de todo eso, bello, hermoso, tan bueno que parece inexistente.
Miro mis manos, tan firmes y fuertes, capaces de conseguir todo en este mundo.
Y no pudieron retenerte, nada de lo que hice pudo evitar tu inevitable partida.
Ni siquiera mis alocadas letras pudieron prolongar tu mágica compañía.
Y ahora solo me queda el silencio doloroso que dejaste tras de ti el día que partías.

Te llevaste todo, mi vida incluida, mi calma ya la había perdido, pero también mis sueños 
No recuerdo el momento o la forma en que se fueron convirtiendo en todo tuyos
Y ahora nada me pertenece, solamente están conmigo mi soledad, mi tristeza, mi dolor
Y la inmutable seguridad de que será así por todo el resto de mi existencia 
De mi soledad absoluta y la miseria de vida que lamentablemente me queda...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario