Los árboles vestidos de novia
Se mantienen firmes
Retando al destino
Algunos pajaros negros
Van de un lado a otro
No se han ido, necios
El vapor que sale de los lomos
De las nobles bestias que tiran
Se confunde con los vapores del camino
El sol brilla sin clemencia
Lastima los ojos, pero no calienta
Aún así, es más alegre el paisaje
Con un cielo azul, un sol reluciente
Y un manto blanco sobre las vías
Aprietas mi brazo
Tus manitas en esos guantes
Se aferran a mi, mientras tu rostro
Compite en blancura con el paisaje
Y el abrigo y el gorro te cuida
Del frío que inclemente se mete
Por todos lados
El aire frío nos despierta
El ruido de las ruedas en la calzada
Las suaves órdenes del cochero
Y la naturaleza que disfruta
Del momento que se hace etéreo
Mientras nos dirigimos al destino
Que siempre buscamos
Que siempre quisimos
