Llevaron a todas las niñas al lugar, luego les ordenaron que se agruparan en pares y las guiaron a un salon donde habían muchas tarimas dobles, ninguna cercana a una pared o ventana. Fueron desplazándose en silencio en una fila doble hasta que quedaron frente a la indicada
Se desnudaron, dejando toda su ropa al costado, y luego se pusieron sobre el cuerpo desnudo la manta que estaba sobre la cama. Cada una cargaba sus propias ropas, y así fueron hacia el lugar donde podrían lavarlas. La limpieza y la disciplina eran vitales. Y por supuesto la obediencia total y el silencio absoluto.
Era el templo mayor. Ellas eran las elegidas, las escogidas para un plan mayor. De ellas saldrían las concubinas reales, las esposas de los nobles, la segunda esposa del emperador, las sacerdotisas y la mejor de todas sería entregada en sacrificio a los apus o incluso al mismísimo Inti
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