Llevé a mi perro a enterrar hasta mi cabaña, en el mismo lugar donde estaban sus hermanos, ahí lo enterré
Llegué a la casa y cogí mis herramientas y todo lo que me quedaba para llevarlo a vender a la ciudad
Estuve toda la noche fuera, y cuando llegue a la casa estabas dormida
Tranquila, tus pies ya no estaban tan hinchados, la noche fría me despertaba
Pensé que quizá sería así todo, que después de perder a mi mascota ya nada más me podría pasar
Que equivocado que estaba
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