jueves, 4 de diciembre de 2025

Poema 2385

Tu mirada se hace más opaca y las sombras de la tristeza te ganan

Llevé a mi perro a enterrar hasta mi cabaña, en el mismo lugar donde estaban sus hermanos, ahí lo enterré 
Llegué a la casa y cogí mis herramientas y todo lo que me quedaba para llevarlo a vender a la ciudad

Estuve toda la noche fuera, y cuando llegue a la casa estabas dormida 
Tranquila, tus pies ya no estaban tan hinchados, la noche fría me despertaba

Pensé que quizá sería así todo, que después de perder a mi mascota ya nada más me podría pasar

Que equivocado que estaba

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