miércoles, 11 de diciembre de 2024

Poema 461

Y pensar que antes de conocerte era feliz
No sabía de tanto y tanto dolor, como ahora lo siento por tu no volver jamás, jamás 
Es tanta la sensación de abandono y de tristeza por tu lejanía, que mi cuerpo entero me pide mil cosas sin entender para qué es todo
Apenas cierro mis ojos, te veo, de nuevo
Los abro, y sigues ahí, etérea, intocable
Vuelvo a cerrarlos para nuevamente encontrar 
Que sigues ahí, y me sonríes, a la distancia 

Te habré encontrado sin darme cuenta y pasé de largo? Es que, ocupas tanto espacio en mis deseos, que simplemente ya no veo nada más 
La nostálgica tarde se termina, bebo lo que queda de café en mi vaso, apuro el croissant 
Prendo un cigarrillo al salir. La calle desierta
Las personas pasan presurosas, nadie se da cuenta de mi presencia, acomodo la casaca
Una bufanda al cuello, sea verano o invierno 
Siempre una bufanda al cuello, el cigarrillo en las manos, encendido, ahuyenta a la gente 
Camino sin destino. La mirada al abismo
No quiero nada de esta vida. Llegar, solo eso
Nada queda en este terrenal infierno que me interese, pues tú te has ido, y me dejaste atrás 

Veo mi silueta perderse a la distancia
El humo del cigarrillo se desvanece en la distancia, mis huellas se borran, y mis palabras
La tarde acaba. La noche cubre al planeta con su sábana acogedora. Yo, yo camino en silencio, masticando mi dolor, consolandome 
Pero se que nada ha de cambiar ni mañana, ni el próximo año, yo seguiré acá y tú, no estás 
Caminar nada más, nada más 

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