No sabía de tanto y tanto dolor, como ahora lo siento por tu no volver jamás, jamás
Es tanta la sensación de abandono y de tristeza por tu lejanía, que mi cuerpo entero me pide mil cosas sin entender para qué es todo
Apenas cierro mis ojos, te veo, de nuevo
Los abro, y sigues ahí, etérea, intocable
Vuelvo a cerrarlos para nuevamente encontrar
Que sigues ahí, y me sonríes, a la distancia
Te habré encontrado sin darme cuenta y pasé de largo? Es que, ocupas tanto espacio en mis deseos, que simplemente ya no veo nada más
La nostálgica tarde se termina, bebo lo que queda de café en mi vaso, apuro el croissant
Prendo un cigarrillo al salir. La calle desierta
Las personas pasan presurosas, nadie se da cuenta de mi presencia, acomodo la casaca
Una bufanda al cuello, sea verano o invierno
Siempre una bufanda al cuello, el cigarrillo en las manos, encendido, ahuyenta a la gente
Camino sin destino. La mirada al abismo
No quiero nada de esta vida. Llegar, solo eso
Nada queda en este terrenal infierno que me interese, pues tú te has ido, y me dejaste atrás
Veo mi silueta perderse a la distancia
El humo del cigarrillo se desvanece en la distancia, mis huellas se borran, y mis palabras
La tarde acaba. La noche cubre al planeta con su sábana acogedora. Yo, yo camino en silencio, masticando mi dolor, consolandome
Pero se que nada ha de cambiar ni mañana, ni el próximo año, yo seguiré acá y tú, no estás
Caminar nada más, nada más
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