jueves, 5 de diciembre de 2024

Poema 441

Mi castigo es amarte. Y no es porque sea malo
El hecho de estar enamorado, no. Mi castigo 
Es haberte encontrado sin siquiera haber
Estado buscando. Ya no necesitaba nada
La vida me habia entregado en bandeja dorada
A las mujeres más hermosas que jamás yo
Hubiese podido encontrar, amores de antología
Y por supuesto una hermosa familia, mis hijos
Los mejores de la historia, mi hermosa esposa
Un excelente trabajo, un hogar fabuloso
Nada necesitaba ya, solo quizá dar el último 
Y gran paso para dejarme llevar a la eternidad 

Y llegaste. No me inmute siquiera al saber 
De tu existencia. No eras nada para mí
Hasta que te ví, y desde ese cruel instante 
Ya no he podido dormir, me obligo a comer
Sonrío tontamente a los que me rodean
Mi vida se desmorona frente a mis ojos
Mis hijos enfermaron, mi esposa también 
Mi trabajo es un desastre y ya no quiero seguir
Solo sueño contigo, con tu rostro que 
Ni siquiera es tan bello, pero esos formidables
Ojos negros tuyos, y esa mirada de fiera 
Me tienen loco de remate, tanto que ya 
He dejado de vivir, soy un espectro que camina
Por esta vida empujado por la inercia de vivir
Y con la vana esperanza de encontrarte de nuevo y quizá, solamente quizá, me mires
Tomes mis manos, y sin mediar palabras 
Me des un apasionado y largo beso...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario