Yo la he visto, a la cara, frente a frente
No sólo una vez, para mi buena o mala suerte
La he visto hasta en 3 ocasiones. No es fea
Como suelen mostrarla en cuentos o dibujos
Al contrario, tiene un rostro de plácida calma
Y te invita a dejar de pelear, te toma las manos
Y te invita al abismo del cual sabes no podrás
Retornar. Y eso es lo que te aterra.
Es en ese momento cuando ante tus ojos
Pasa no tu vida, sino los rostros de todos
A quienes amas, y a quienes nunca volverás
Dejar ir, es el momento crucial. Yo no pude.
Luché con todo lo que tengo adentro
Para salir a flote de ese océano profundo
A donde me llevaba la hermosa dama
Que me ofrecía la paz y tranquilidad infinita
Qué deliciosa se veía en perspectiva, pero
El miedo a la soledad pudo más en mí
Y me levanté y peleé porque podía hacerlo
El dolor físico puede ser intolerable, pero
Es peor el dolor del alma, así que dejé atrás
A la dama hermosa y salí. Pero se que
No siempre se puede, muchas veces ya no
Depende de nosotros mismos, y hay que
Solamente en silencio aceptar, nada más
En esos momentos, cuando ya nada
Se puede hacer, hay un miedo indescriptible
Un vacío enorme que te aterra, pero del que
No podrás escapar. He tenido esa sensación
Aunque no sé lo que sigue, solo puedo suponer
Lo que viene después. Aunque ahora tengo
La sensación de pérdida multiplicada por tres
Y no sé qué hacer, solo sonreír a los demás
Y dar fortaleza a los míos que ahora
Caminan por esta milla verde del patíbulo
No lo quiero aceptar, pero mi preparación
De médico me hace muy crítico y objetivo
Por eso se que el final se va acercando
Lenta e irremediablemente, llegará
Y solo me queda acompañar a los míos
En este terrible y duro, doloroso pasó final
Miedo a la muerte? Le temo más a la Soledad
No hay comentarios.:
Publicar un comentario