Las gotas de la lluvia vespertina caen
Sobres los fríos vidrios de mi ventanal
Hoy de nuevo te has dio, y no me queda nada
Solamente un silencio enorme, inmenso
Y una escalofriante e infinita soledad.
Mi boca está en silencio, mis manos quietas
La pluma inerte y están de luto las letras
Te has ido, y a mi no me queda otra cosa
Que lágrimas y dolor para la eternidad.
Mi cueva está más fría que nunca
La noche está más oscura que otrora
Mis sueños ya no quieren soñar
Mi corazón se congela en silencio
Y mi alma, vacía, ya ni siquiera quiere llorar.
Miro mis manos una y otra vez, y otra más
Cómo fue posible que sucediera esto?
Cómo fue posible que te dejaran ir?
Cómo siendo tan fuertes no te pudieron sujetar?
Cómo sucedió todo esto? Qué pasó en realidad?
Ya no importa nada, pues no cambiará
Te has ido, y mi cama está vacía
Mi vida en silenciosa soledad ya no es vida
Y mis sueños vacíos ya nunca despertarán.
Adios vida mía. Fue bueno, muy bueno
Tenerte a mi lado, acariciar tus cabellos
Tener tus abrazos y tus besos, soñar
Tus sueños y volar a tu lado en ese mundo
De loca felicidad! Demasiado bueno
Para ser realidad! Demasiado bueno. Adios.
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