El silencio siempre me grita tu nombre
No puedo huir de tu mirada que me quema
De esos ojos tan lindos que me enamoran
De esa boquita tan seductora que me aloca
Que me ofrece un universo de placer
Y un castigo eterno en el averno
Aún así voy contigo siempre, no importa
Lo que venga después, nada importa
Hoy te tengo de nuevo en mis labios
Hoy de nuevo son míos tus besos
Tengo tu calor, tu aliento, tus deseos
Nada más necesito de esta vida, o
De cualquiera otra, nada necesito
Tengo tus manos en mi piel y tu piel
En mis caricias apresuradas, desesperadas
En este deseo loco que amenaza con explotar
El silencio regresa, es estruendoso
Demasiado ruidoso, no se quiere callar
Me tortura tu presencia y tu ausencia
Y disfruto de cada segundo de soledad
Recordando ese segundo cuando tú
Dijiste que me amabas y me besaste
Para qué más?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario