martes, 21 de octubre de 2025

Poema 2164

 Debo aceptar la realidad, las circunstancias van y vienen, el mundo, mi mundo, es un torbellino que me lleva a su antojo, a su voluntad, por donde quiera, sin saber siquiera si en algún momento todo esto ha de acabar. Como quisiera saber cuándo acabará. Quiero saber, pero...

Hasta ahora he tratado de hacerlo de la mejor manera posible. Es cierto, tengo errores, muchos errores, e incluso he causado dolor. Debo confesar que nunca deseé lastimar a nadie, aunque a veces te lastiman tanto que quieres matar al oponente, a aquella persona que en el momento dado te causan tanto y tanto dolor. Nunca lastimé ni lastimaré a nadie deseando hacerlo.

Hoy veo con tristeza que mi mundo está patas arriba, nada de lo que quise o planifiqué funciona como debería. Hoy veo como los castillos que construí y creía eran de roca sólida, se van cayendo como hojas secas en otoño, que luego serán barridas por el viento y olvidadas por el tiempo. Nada de lo que hice duró más allá de un instante, de una risa o un suspiro. Nada quedará de mi paso por este jardín de tormentos.

Y, qué bueno! No me molestaré por haber tenido una vida mediocre, no haber logrado grandes éxitos, ni haber cosechado grandes frutos. Me voy en silencio, nada me llevo, solamente la certeza de haberlo hecho de la mejor manera posible, dejando en cada acción, en cada línea, en cada letra, en cada palabra, en cada deseo mi corazón puro y mis deseos de buscar algo mejor...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario