Me enseñaste tantas cosas sin querer, sin desearlo, sin pensarlo. A tu lado descubrí la belleza de la vida, la hermosura de una gota de agua, los aromas del otoño, de las nubes, la luz en la oscuridad, todo eso descubrí. A tu lado nunca tuve tiempo de pensar en la tristeza o el lamento, solamente podía hacer las cosas buenas, porque tú hacías eso en mi.
Te dedico mis torpes letras, espero que alguna vez lleguen hasta ti. Sabes? Te las he dedicado todas, incluso antes de conocerte, te dediqué todos y cada uno de mis pensamientos de amor, de pasión, de locura, todos siempre fueron para ti. Es una locura, lo sé, pero, cómo le dices a un corazón enamorado que deje de sentir?
Hoy estas lejos, no importa, a mi lado siempre está tu imagen, nunca se fue en realidad. Tu mirada enigmática, tus ojos negros de antología, tu melena incomparable, tus muecas, tus gestos, y esa tu manera única de sonreírme y decir lo que sientes por mi. Cómo podría olvidar? No te olvidaré jamás, pues a tu lado descubrí que en esta infernal y caótica vida también se puede encontrar el amor y la felicidad...
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