jueves, 31 de octubre de 2024

Poema 338

 Así como ayer, y quizá también mañana, y por toda la vida
Hoy yo te extraño, y muero en silencio, en dulce agonía.
No hay noche, no hay día en que no haya pensado en ti
En tus suaves caricias, en tus besos, en tu mirada
Si, en esos bellos ojos negros que me tienen atrapado
De los cuales no ha podido liberarme hasta ahora

Te extraño, no he podido dejar de recordarte, no he podido
Simplemente eres parte de mi vida, simplemente eso
Sin tu presencia mis días están vacíos, secos, opacos
Eres la fuerza vital de todo lo que hago, tu mirada
Siempre está en mis ojos cuando debo enfrentar
los momentos que me parecen más cruciales y difíciles
Eres a mi lo que Dulcinea fue a Don Quijote
Simplemente por ti y para ti es que aun vivo

Sé que probablemente no regreses a mi lado nunca más
Sé que las distancias entre nosotros son insalvables
Sé que en esta vida ya nunca más te tomaré de las manos
Sé que en esta vida no podré besar de nuevo tus labios
Lo sé, lo acepto, pero... Soy un soñador que sueña
Con que la vida es bella, y que si es necesario vivir
Solamente de recuerdos, y caminar sobre ellos
Pues así sea, seguiré navegando en mis sueños
En la mágica barcaza de mis recuerdos donde siempre
Eres tú la dueña, mi hermosa princesa, mi amada etérea
La única de la mirada que me sonreía de tal manera
que me hacía volar al cielo y a las estrellas

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