viernes, 12 de julio de 2024

Poema 94

Cuando no estés, no sé que será de mi
Solo imaginar tu lugar vacío, la imposibilidad 
De volverte a ver aunque sea por un instante 
Me mata, me agobia, hace que mi alma llore
Y mi corazón se pierde en latidos desconocidos

Por qué te tienes que ir? Para qué tuviste que llegar a mi vida?
Quien fue aquel que, de manera tan cruel y malvada puso estos sentimientos en mi?
Qué haré? No tengo la más mínima idea
Solo se que estas sensaciones que ahora me agobian desde lo más profundo de mi pecho
Todas estas emociones que desbordan mis sentidos
Todas estas alocadas y descontroladas pasiones
Todo esto empeorará, y seré un manojo de nervios
Un pobre ser que muere lentamente y en silencio 
Empezará un suplicio eterno de dolor y sufrimiento 
Que me atormentará por completo 

Por qué?! Dios mío, liberame de este suplicio!
Te lo pido, de rodillas te lo suplico!
Ponme en la cruz, que me azoten mil veces
Que me desgarren la piel hasta los huesos 
Que retiren mi corazón sangrante aún latiendo
Que me claven mil aguijones por todo mi cuerpo 
Que me torturen a fuego lento, que me sometan al más vil de los tormentos 
Que me liberen de este miserable cuerpo
De la peor manera imaginable
Pero que, por favor, no me dejen vivir
Sin tu presencia, sin la posibilidad siquiera 
De volver a ver tus lindos ojos negros 

Para qué vivir si ya no podré verte de nuevo?
Es mejor hundirme en le océano del sufrimiento 
Es mejor dejarse llevar al fuego eterno
Cualquier castigo es mejor
A tener que ver tu lugar vacío 
O ver a otra persona ocupando tu silla
O ver qué otra se acerque a mi
Tratando de parecerse un poquito
A mi diosa eterna, mi diosa de pasiones
Mi dueña absoluta, a quien le profeso un amor eterno

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