miércoles, 31 de julio de 2024

Poema 132

Vano oficio al que me dedico
Escribo y escribo sin parar un momento 
Te escribo mil cartas que no te envío 
Y mi corazón enamorado me exige
Que no pare, que siga, pues aún espero
Que por alguna razón inexplicable 
Vuelvas a mi lado, vuelvas conmigo 

Mil letras en un lugar donde solo hablan 
Mi corazón enamorado y mi alma adolorida 
Solo ellos intercambian tristes cartas
Solo ellos leen todo lo que escriben
Y se consuelan mutuamente 
Con sus vainas esperanzas de que vuelvas

Una triste melodía siempre me acompaña 
A los acordes lastimeros de una vieja guitarra 
Hay lágrimas por donde vaya, hay dolor
Que lentamente y en silencio me desgarra
Hasta el aire que respiro me quema
Me lastima cuál brasas ardientes
No hay paz en el silencio de mi cueva
Ni siquiera en mis sueños te encuentras 

Sigo escribiendo, quizá algún día 
Por casualidad encuentres mis letras
Pobres, tristes, melancólicas, lastimeros
Y quizá quieras leerlas, solo quizá 
Aunque, no importa ya, pues no estás 
Y si no te tengo a mi lado, de que valen
Los versos, las rimas, las apasionadas letras?

En silencio, en mi cueva, solo me queda
Un mágico recuerdo de una hermosa estrella 
Que me robó el corazón, que se apoderó 
De mi cuerpo y alma, de mi vida entera
Y a la que dedico mis sentimentales letras
En el tiempo que me quede en esta tierra 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario