Mi infinita y profunda soledad
En el oscuro cielo las estrellas miran
Quietas, no titilan siquiera
Esperan y esperan sin saber
Lo que pasará
El viento apenas canta
Las hojas en los árboles están quietas
Se estremecen al menor ruido
También yo, que a ratos suspiro
Mirando el cielo y buscando
Tu mirada, tus ojos negros que
Me mantienen vivo
Me mantienen cuerdo
A lo lejos veo la silueta conocida
Que también se mantiene quieta
A ratos se mueve un poco
Entiendo, hago lo mismo
La noche nos cobija, aunque
Algunas nubes se mueven inquietas
Amenazantes, pareciera que se divierten
Primero son una gotas, luego
Poco a poco aumentan
El poncho impermeable ayudará
También el gorro con visera
Pero el ruido de la lluvia
Oculta los sonidos del bosque
Atentos
Las primeras balas nos toman de sorpresa
Respondo en dirección a las luces
Mi viejo y confiable fusil no falla
Hay explosiones a los costados, firmes
Debo mantener mi posición
Gritos, maldiciones
Guárdame, mi princesa
Si hoy me toca entregar el alma
Será recordando tu nombre
Tus labios apasionados
Tu mirada, tu piel, tu aroma
Tus manos, tus palabras
Y sobre todo esos ojos negros
Que me hacen soñar y desear
Seguir en esta vida, en esta tierra
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