miércoles, 19 de noviembre de 2025

Poema 2307

Toma el muchacho en sus manos
La flor que lentamente se marchita
La mira, la acaricia, le dice
No te mueras, no me dejes, te amo
Más la flor en silencio no responde 
Sigue lentamente su destino final
Sin palabras, sin quejas ni lamentos 
Solo espera en silencio, nada más 

En su memoria hay una pradera
Mil flores como ella, cada cual más bella
Pero ella quería ser única, quería ser
La escogida entre todas y lo pidió 
El cielo la escuchó y envió un niño
Que al verla se enamoró y le dijo
Eres la más bella flor que mis ojos
Nunca jamás han visto, te adoro

La flor le dijo: llévame 
El muchacho se alegró 
Y la tomó delicadamente en sus manos
Y se la llevó 

Tarde se dieron cuenta
Que en ese preciso instante 
La condena a muerte se había dado

El muchacho la puso en agua
La bañó en perfumes
La acarició, la cuidó, pero
La belleza de la flor de iba
Y antes que se dieran cuenta
Se le murió el corazón 

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