Y trastocaste mi calma, la convertiste
En locura, en ansiedad, en tormento
Llegaste y perdí la razón, ya no quería
Más nada, solamente te miraba
Aunque estabas tan lejos
Es cierto, ya pensaba en ti desde antes
Y es que pienso en ti a todo momento
No hay día en el que, al despertar
No diga tu nombre, al culminar
Sean tus ojos y tus labios los que
Me lleven al país de los sueños
Pero, cuando estabas tan cerca, y tan lejos
No podía dejar de pensar en ti,
Y me puse a hablar como desquiciado
Decir incoherencias, hacer bromas absurdas
La gente reía, o simplemente no hacía caso
Todos se dedicaron a lo suyo y me dejaron
En mi tortura y sufrimiento a solas
Lejos de ti, pero tan cerca, que dolía
Aún duele tu presencia, aún duele
Y la peor parte fue cuando
Te acercaste a mi, me tomaste del brazo
Y reías, y bromeabas, y acercaste tu cuerpo
Al mío, como quien no quiere la cosa
Hiciste que un torbellino desquicie mi cabeza
Ya no recuerdo más nada, ya nada quiero
Solamente revivir una y otra vez
ese mágico momento
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