Relatas otra vez la historia de tu abuelo
Golpeas la mesa con un puño de acero
Maldita pobreza!
El amigo de tu papá vino a traer las cosas
Que había dejado cuando murió por un castigo
Que el oficial había hecho
Lo bañaron en miel y lo ataron a un hormiguero
Por haberse negado a golpear a un recluta nuevo
El soldado debe obedecer las órdenes sin dudas ni murmuraciones!
Luego llevaron su cuerpo y lo hundieron en el río
Reportando que se había perdido al intentar cruzarlo
Y el amigo guardó ese polo y el gorro
Y sus papeles que el había tenido
Al terminar su servicio buscó el pueblo
Se demoró demasiado tiempo, primero debía regresar a su propia casa, arreglar su vida
Luego buscar ese pueblito del que tanto hablaba su amigo, de su mujer y de su hijo, y de que se casarían cuando regresara, que trabajaría y pagaría la misa en el pueblo
Y que te bautizaría y te pondria su apellido, como debe de ser
Silencio
El ruido de los ventiladores viejos corta el mugroso silencio a humo y alcohol que rodea a todos
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