Cuando mencionas este nombre, hay un extraño brillo en tus ojos
Zapatos, repites y sonríes
Fue la primera vez que ví unos zapatos en mis pies
Me fueron probando, unos no me entraban, otros demasiado grandes
Pero mi rostro se iluminaba en una gran sonrisa al sentirlos
Me regalaron dos pares, unos que me quedaban perfectos y otros algo más grandes
Y también una escobilla y una lata de betún negro
Se veían hermosos cuando brillaban
Eran usados, es cierto, del hijo de la señorita
Pero para mi estaban geniales
Cuando fui a clases trataba de mostrarlos, pero
Nadie los notó
Me estristecio un poco, continúa tu relato
Pero luego el calor que sentía en ellos y la sensación de protección hicieron su trabajo
Zapatos, los cuidé tanto que, mis pies crecieron muy rápido y tuve que dejarlos
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