Mira en derredor
Aspira el aire que le rodea
Disfruta de los perfumes
Que trae la noche, la tarde
Baila al son de la lluvia
Y habla con los espíritus
De los bosques y las aguas
Disfruta de la belleza
De su infinita y eterna musa
Sus cabellos ondulados
Su piel tersa
Sus manos tan frágiles
Y esa mirada traviesa
Que lo embruja
Que lo aloca
Poeta que no descansas
De tus locuras de amor imposible
Deja ya de soñar
Deja atrás todo eso
Que te atormenta
Aún así el poeta sigue en su afán
Nada le detiene
Nada, porque
Tiene de su lado
A la mayor fuerza
De la naturaleza
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