Las velas se van consumiendo
Lentamente, jugando entre la cera y el aire, unas llamas traviesas bailan
Proyectan sombras curiosas en las paredes
El humo de las velas tiene un perfume raro, pero agradable
Los platos con los restos de comida
Aún están en la mesa, los cubiertos
No quieren irse, solo las copas
Rebosan de alegría, con las bebidas
Color carmesí que van y vienen
Y la charla sería muy amena si
No estuviera en tus brazos
Mis labios en los tuyos
Y nuestras manos por todos lados
La noche nos abriga
Nos protege de las miradas curiosas
Hay seres mágicos en la habitación
Que entonan melodías suaves
Nos acunan, disfrutan de nuestra cercanía
Nos empujan a ser más atrevidos
Pero nos contenemos
La noche es joven
La vida es bella
Y el momento es perfecto
Coges tu copa
Y con un dedo tomas una gota
Lo colocas en mis labios
Y luego en los tuyos
Me miras de esa manera
Que me trastorna, que me aloca
Sonríes y me besas
Ya nada más existe
No recuerdo el momento
En el que apagamos las velas
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