Más que un pedido, es una súplica
Tus ojos anegados en lágrimas
No tienen ese brillo de antaño
Tu carita triste me parte el alma
Y tú voz quebrada me parte el corazón
Nunca debí haber regado esta flor
Una flor de invierno morirá pronto
Lo sabía, no tenía esperanza alguna
De mantenerse ante la tempestad
Que se avecinaba y que llegó
Debo partir, nada qué hacer
Te abrazo y te beso, sabiendo que
Será la última vez que estaremos así
Te miro con amor y ternura
Sé que este sentimiento es mutuo
Es puro y tan intenso que creíamos
Sería suficiente para mantenernos juntos
No fue así. La hora final se acerca
El tiempo no se detiene por nada
Ya casi no estoy acá. Ya me fui
Pero en mi corazón y en mi alma
Vivirán eternamente tu mirada
Tus labios, tus caricias, tus besos
Y esos lindos ojos negros que
Nunca olvidaré
No hay comentarios.:
Publicar un comentario