Me miras furiosa, casi no hablas
Estás hecha una fiera
Yo agacho la cabeza, miro el piso
Muerdo mis labios, aprieto mis puños
Levantas la voz, me increpas una y otra vez, callo, no respondo
Cuando guardas silencio trato de articular mis palabras sopesando cada una de ellas, gran error
Te molesta más, crees que me divierte
Te vas, limpias la mesa y te retiras
Cierras la puerta con violencia
Y escucho que empiezas a llorar
Yo sigo sentado, sin entender que pasó
Sin entender las razones o motivos por los que empezamos a discutir
Y el por qué ninguno de los dos dió su brazo a torcer
Me levanto con torpeza
Guardo los enseres y me voy al sillón
Prendo el televisor y una rara sensación recorre mi piel
Estoy molesto, me siento frustrado
Quiero huir, quiero mandar todo al diablo y salir corriendo
Pero no.
Me levanto al verte salir. Vas a la cocina, pones agua en el hervidor
Cojo el café en grano, lo caliento un poco y lo empiezo a moler
Preparo la cafetera con su filtro
El café recién molido desprende aromas imposibles de resistir
Vas a querer? Me preguntas mientras preparas unos panes con queso y los pones en la plancha
Claro que sí. Cuánto de azúcar? Pregunto
Tres cucharaditas, por favor
Consigo unas galletas, algo de manjar de leche, y mantequilla
Nos servimos parados en la cocina
Me miras tras el humo de tu café caliente, te miro suspirando, que bella que estás
Tú me amas? Preguntas
Si, respondo, mientras retiro la taza de café humeante y beso tus labios con prisa y deseo
El resto es historia...
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