Cuando en soledad
Miras por la ventana
Hasta los autos
Hacen menos ruido
Ya no hablemos
De la bulla, los claxon
Ni de los conductores
Que suelen estar
De muy mal humor
Cuando por la tarde
Regresan a casa
La vida se demora
Cuando uno espera
Se hace tan lenta
Que los minutos
Se convierten en horas
Y las horas en infinitas
Eternidades de tortura
Ya no cuento los minutos
Ya no cuento las horas
Cada segundo me quema
Cada tic tac es doloroso
Taladrando mis sesos
La gente no avanza
Los autos detenidos
El aire está en pausa
El universo se rie de mi
De mi castigo, mi martirio
Ya ni siquiera es vida
Acabo de darme cuenta
Que caí en el infierno
Donde mi única compañía
Será el eterno silencio
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