Te recuerdo en cada acorde de ese piano
Que a lo lejos, a la distancia, con suave melancolía
Me trae tu nombre en cada melodía
Sigue sonando, y no puedo controlar
Esa tempestad que me azota adentro
Y que hace que me pierda por completo
Estoy perdido, lo sé, lo acepto
Siguen las suaves melodías a lo lejos
Nada veo ya, las tinieblas me aturden
Siento cada golpe de las teclas en el pecho
Y me duele de tal manera que ya no siento
Y no vivo, ya no respiro, ya no existo
Voy cayendo sin remedio, voy cayendo
Y la música implacable suena a lo lejos
Para ya, pianista, para por favor
No puedo más con mis propios lamentos
Cada nota es hermosa, pero la tortura
Que me trae a la memoria tu música
Es muy dura, demasiado dolorosa
No podré soportar por mucho tiempo
Ten piedad, te lo pido, te lo suplico
En la profundidad de la noche solitaria
Un pianista disfruta de su música mágica
Le regala sueños de fantasía a las estrellas
Vuelos imaginarios y bellas caricias
A todos y cada uno de los seres de este planeta
Solo un loco soñador sufre en desconsuelo
Porque en cada nota melódica
Se desgarra y desangra su corazón de poeta
Herido de amor, preso del deseo
Atrapado en sus propios locos sueños
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