domingo, 11 de agosto de 2024

Poema 155

Mi princesa adorada, mi pequeña traviesa 
Te fuiste de nuevo, te he perdido 
Te tuve tan cerca a mi, pude tocarte
Te hiciste material y me sonreiste 
Jugaste un rato conmigo, como siempre 
Divertida y coqueta, con tus travesuras de niña
Con tu audaz irreverencia. Que lindo fue!

Me llevaste a los cielos, en una nube mágica 
Me convertiste en angel y demonio
Despertaste en mi todos los sentidos 
Que hace tiempo estaban adormecidos
Y me hiciste sonreír, cómo solo tú sabes hacerlo
Y despertaste a este loco soñador
A este desquiciado poeta enamorado 
Y me regalaste un universo de versos
Que hasta ahora me regalan suspiros
Me regalan emociones que creí perdidos 

Pequeña traviesa, tus ojos negros mágicos 
Me llevaron a una tormenta indescriptible 
Me sacudieron en un torbellino infernal 
Del cual no se a ciencia cierta si he salido
O sigo ahí? Y, a quien le importa?
A nadie más que a ti y a mi nos importa 
Porque este amor es único, 
Es imposible que alguien más pueda tenerlo

Te fuiste, como tantas otras veces
Te fuiste en silencio, dejando un estropicio 
Un desorden inmaculado, un tierno martirio 
Dónde tu poeta amado suspira y suspira
Y vuela al infinito entre suspiros

Te volveré a ver, mi diosa del averno
Se que te encontraré en otro cuerpo
Cuando decidas volver, pero estoy seguro
Que como siempre, estarán tus ojos negros
Sonriéndome, invitandome al pecado
Disfrutando con la deliciosa tortura 
Que me provoca tu cercanía
El aroma embriagante de tus cabellos
Tu melodiosa voz, tus suaves manos 
Tus voluptuosas curvas de ensueño 
Tu calor incomparable, que acaricia
Y esos lindos ojitos negros por los que muero

Adiós mi princesa adorada, abandonaste otro cuerpo 
Dejaste una pequeña huella, una sombra 
De tu incomparable belleza, pero no eres tú 
Así que, ya no me importa seguir acá 
Seguiré mi ruta en mi viejo velero
Me dejaré llevar por los mares del tiempo 
Y estaré atento a tu llamado, muy atento 
Pues estoy seguro que pronto, muy pronto
Volveré a encontrarte, pues siempre me lo dices 
Me lo repites una y otra vez en mis sueños 
Dónde habitas feliz, coqueta y traviesa
Y alardeas de como torturas con deliciosa coquetería 
A este enamorado poeta, pues sabes que solo por ti vivo
Que por ti muero, y son solo tuyos mis alocados versos

Te quiero, soy tuyo, te pertenezco 
Mi pequeña traviesa, mi dulce princesa 
Mi amor eterno....

No hay comentarios.:

Publicar un comentario