jueves, 22 de agosto de 2024

Poema 179

Otra vez amanece lentamente, en silencio 
Ya no estás, ya te has ido. Hace frío 
Mucho frío. Mi cuerpo aún recuerda el calor
De tus manos sobre él, mi piel aún recuerda 
El tibio roce, el frenético calor de la entrega total
Mis pulmones aún están embriagados en tu aroma
Aún te veo, pero no estás, te has ido
Y yo tengo frío, mucho frío. Me arropó
No quiero salir de la cama, 
Las sabanas aún recuerdan tu presencia 
No quiero levantarme nunca más 
A pesar de estar muy abrigado, tengo frío
Mi alma llora en silencio, mi corazón está apagado
No estás, te tuviste que ir, lo sabíamos
Tenías que partir, y no sabemos si volveremos
A encontrarnos en esta vida.
Tomamos rumbos distintos, así es la vida
Miro el móvil, hace mucho rato que no escribes
Ni siquiera te conectas. Lo apago.
Para qué me sirve si no puedo escribirte siquiera?
Para que me sirve toda la tecnología si no me acerca a ti?
A veces hasta siento que todo esto solo nos aleja más y más 

Abro las ventanas de par en par, el aire helado golpea mi cara
Tomo una ducha helada. No siento nada
Estoy tan frío por dentro que nada ya me lastima
Y nada me hace sentir dolor, tampoco placer 
Tomo una taza de café amargo. No lo siento
Solo la cafeína me despierta por completo 
Me visto, con lo primero que encuentro 
Y salgo al quehacer diario, en silencio 
Escucho voces que me saludan, contestó
Con las manos, o con un gesto seco de la cabeza 
La vida no es lo mismo. Te fuiste, llegó el momento 
Y, saliste en silencio, sin decir nada, sin mirarme
Así habíamos quedado, y yo me quedé 
Mirando como se cerraba la puerta 
Y luego la estela de vacío enorme 
Que quedó tras tu partida 

Y ahora, que hago? 
Camino en silencio 
Sin dirección 
En silencio 
No sé que hacer
No sé que haré 
Caminaré sin dirección 
Solo caminaré...

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