martes, 20 de agosto de 2024

Poema 172

El lento traqueteo de la máquina 
Nos traslada por la solitaria carretera 
Es de noche, todos duermen
Muchos sueñan, otros no tanto
Todos tienen deseos, esperanzas 
Y yo, bastardo afortunado, todo lo tengo

Acaricio con delicadeza tus cabellos
Tu cabecita está sobre mi pecho
Duermes, plácidamente. Sueñas?
Sonríes mientras duermes
Tus manitas juegan con mi pecho
Me estremezco, siento tu calor
Tu aroma me embriaga. Te deseo
Bastardo afortunado! Que me debía la vida
Para haberme pagado contigo?
Debo haber hecho algo excepcionalmente bueno
Y no lo sabía. Más, ahora no importa 
Estoy en los cielos, después de haber vivido en el infierno 
Estoy en el paraíso, no necesito nada más 

El camino es lento, muy lento
Y agradezco que así sea, que sea eterno!
No quiero que se acabe esta magia
Que no se acabe nunca, por favor!
Quiero sentirte a mi lado, dormida
Quiero seguir cuidando tus sueños
Quiero acariciar tus cabellos, tu rostro bello
Quiero desearte con locura, con esa pasión 
Que solo sienten los locos de amor
Quiero que la noche se haga eterna
Y no despertar jamás de este mágico sueño 

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