martes, 25 de junio de 2024

Poema 46

Cuatro
La brisa marina me despierta por completo
Algunas gotas llegan a mi rostro
Es el mar que juguetea con las rocas
Formando espuma, olas y pequeños torbellinos
Como aquellos que separaron nuestros caminos 
Y nos llevaron por rumbos distintos 
Dando tumbos por todos lados 
Hasta que, al fin, volvimos a encontrarnos

Las piedrecitas de la playa revolotean alegres
Hay algunos cangrejos que entre ellos pelean
Pero se mantienen alertas pues las gaviotas 
No perdonan a nada que pueda ser su presa
A donde vas gaviota solitaria?
Solo sé que vuelas sin importante las distancias 
Pues tienes mucha fe a la fortaleza de tus alas

En el horizonte estan el sol, la luna y las estrellas 
Todos pelean por el majestuoso lecho
Todos tienen sueño, y quieren disfrutar la caricia
Que tiernamente se dan la mar y el cielo en un eterno beso

Sonrío. Ahí están otra vez tus ojos negros
Sonrío. Ese es el aroma de tus majestuosos cabellos
Sonrío. Siento el roce sutil de tus manos, siento ese tierno beso
Sonrío. Es esta la realidad, o es un sueño?
No importa, sigo caminando por la playa
Entre las olas y las rocas, con la piedrecitas y cangrejos, entre el vuelo de las gaviotas 
Voy sonriendo por este amor verdadero 
Este amor regalo del universo, de los cielos

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