Ni te imaginas siquiera todo lo que he hecho
Para tratar de llenar esos espacios con algo
Que no sean tus ojos negros hechiceros
Por qué tuvo que suceder?
Por qué tuviste que mirarme?
Mi vida era sencillaa, apacible y serena
Con la tranquilidad que te regalan los años viejos
La paz de la madriguera caliente y el fuego ardiendo
La calma de un buen café caliente
Y la sosegada pereza de los recuerdos
Así estaba yo, feliz, sonriendo, aspirando la magia de la muerte
Que danzaba en mi derredor, satisfecha, complaciente
Jugando conmigo, sabiendo que ya no será sorpresa
Cuando deba llevarme ante el barquero
Pues ya hace buen tiempo tengo las monedas
Tengo la paga por el pasaje completo...
Y llegaste!
Me ví atrapado en un maravilloso torbellino
De sensaciones y emociones ya olvidadas
Y que me devolvieron a las épocas de niño pequeño
Disfruté a tu lado de los placeres más sublimes
En tu piel, en tus cabellos, en tu mirada, en tu aroma
Salté varias veces entre los cielos y los infiernos
Con placeres tan intensos, que quería morir en ellos
Oh! Que hermoso y poético hubiese Sido morir en tus brazos
Que hermoso hubiera Sido
Pero, no fue así. Eres fruta prohibida y tengo que dejarte
Nada podemos hacer en esta vida
Y lo he intentado! Pero, ay! Sociedad injusta
No permites que nos unamos por tus reglas y costumbres
Y, si porfiamos, podría ser para ti la sepultura en vida
Y para mí el destierro permanente
Así que, te dejo ir, y debería olvidarte
Pero no quiero! Aún te amo, aún te sueño
Estás en mis locos inclementes deseos
No puedo olvidarte, no quiero olvidarte!
Seguiré escribiendo sobre todo lo bello
Que sin querer me regalaste
Mi puerta seguirá abierta de par en par
Por si decides volver, por si necesitas Consuelo
Te amo hoy, te amé ayer, te amaré mañana (eso espero)
No te olvidaré, y te sigo dedicando
Todos y cada uno de mis versos
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