jueves, 23 de febrero de 2017

Rebelde 2

Pensy López, edad 17 años. Nombre real Penélope Díaz. Ocupación ramera. Estado actual: libre.
Nació en una familia de clase baja. En la barriada mas pobre de la ciudad. Tuvo muchos hermanos más, tantos que ya casi no los recuerda. Ya los olvidó. Mejor así para ella.
Fue violada por primera vez a los cuatro años. Y fue su papá.
Luego fueron sus hermanod mayores. Y luego los vecinos.
Solo sentía dolor y gran amargura por lo que le pasaba.
En uno de sus cumpleaños le regalaron una muñeca de trapo. Y esa misma noche también la violaron. Y mancharon su muñeca con semen y excremento. No lloró. Sabia que su amiga, la muñeca, ahora también era su compañera de "trabajo". Supo esto pues alguna vez sorprendió a su mamá negociando con un cliente del bar cercano a su casa. El pago por los "servicios" de la "niña" eran especiales. Era casi "virginal". Le causó gracia ese apelativo: virginal. No sabia lo que eso significaba. Apenas sabia leer. En el colegio solamente asistía para jugar con las otras niñas del barrio. Todas pasaban por casi la misma historia. Ya ninguna lloraba. E incluso se atrevían a ofrecer a los muchachos sus "servicios" por un chocolate o una bebida. Y asi fue pasando su vida en el barrio dond3 nació y creció.
Todo cambió a los 12 años. Quedó embarazada. Habia sido objeto de tantos ultrajes que no sabía quien era el padre. Si es que eso podía ser asi. Nunca menstruo. Solamente quedó embarazada y punto. Pero producto del "trabajo" al que era sometida sufrió un aborto.
Casi se muere.
Tuvo suerte de haber estado en el colegio cuando empezaron los dolores atroces y cuando empezó a sangrar. Se desmayo y despertó en el hospital. Solamente estaban algunas de sus amigas y una policia joven a su lado. De su mamá, o su papá, o alguno de sus familiares nunca supo nada más.
La examinaron mil veces. La desnudaron. Le tomaron fotos en todas las posiciones. Incluso de sus genitales. Se sentía avergonzada. Pero estaba tan debil y cansada que ya ni siquiera podía oponer resistencia.
Le hicieron mil preguntas. No recuerda que respondió.
Sus amigas del colegio tampoco regresaron. Nadie mas vino a verla. Solamente Ibáñez venía. Y de vez en cuando le decía quw todo iba a eatar bien.
Ibañez era el sargento encargado de su caso. Ya tenía cierta edad. Un viejo a los ojos de Pensy. Pero era un policía que se tomaba su trabajo en serio, con mucha, excesiva responsabilidad.
Le asignaron el caso de Pensy López. Tambien él se acostumbró a llamarla así. Encarceló a sus padres y a casi todos sus hermanos. Fueron a parar a correccionales, albergues o prisión según su edad. Pero no le dijo nada a Pensy. Tampoco sobre los cadaveres de sus hermanas que encontraron enterrados en el corral de la pocilga donde vivían. No le dijo nada. Tampoco ella preguntó.
Pensy Lopez. Al inicio se cambió su nombre Penélope a Penis López. Le causaba mucha gracia y reia a carcajadas con sus amigas cuando contestaba que asi se llamaba.
Con el tiempo se dio cuenta que era muy hiriente. Así que hizo un pequeño juego de letras y pasó a llamarse Pensy López. Incluso sonaba sofisticado el nombrecitp este.
Fue trasladada a un albergue especial. La trataron especialistas. La curaron. La alimentaron.
Apenas tuvo fuerzas escapó. Y consiguió dinero rápidamente. Y la capturaron. Y nuevamente fue encerrada. Esta vez era una correccional.
Decidió quedarse ahi. Total. Le daban todo de gratis. E incluso la cuidaban. Solamente que debia hacer todas esas "estupideces" que les enseñan a las "niñitas" de su edad.
Ahi probó por vez primera la marihuana. Era genial. Se sentia libre y volaba en libertad.
Pero tambien la castigaban. Y tambien la violaron. Y a sus amigas. Pero esta vez era brutal. Las cuidadoras gozaban azotandolas. Introduciendoles aparatos pos sus genitales y por sus anos. Y las grababan. Y se veia que gozaban con todo aquello. Sus risas de placer y satisfacción contrastaba terriblemente con los gemidos de dolor e impotencia de sus amigas.
Ella se quejaba también. Pero solamente para evitar ser lastimada en exceso. Pues a las que se mostraban valientes las torturaban hasta la perdida de la consciencia.
Pero... No era de todos los dias. Unicamente los domingos por las noches. Algunas tuvieron la osadia de quejarse. Mala idea. Les fue peor. Incluso una de ellas nunca mas volvió a hablar. No eran humanas. No eran animales. No eran nada. Solamente unos simples objetos de desecho que la sociedad había expectorado y que ahora estaban a merced de sus celadoras.
Asi pasaron algunos años. Fue curtiendo su cuerpo. Desterro de su memoria cualquier sentimiento. Eliminó el concepto de dolor.
Al cumplir los 17 años ya era la lider inobjetable de todas las reclusas (o internas como les gustaba llamarse). Y decidió tomar venganza. Pues a los 18 pasaria a una prisión normal. Ese era el camino. No esperaba la libertad. No la deseaba. Se sentía mucho mejor en este sub mundo que existia a vista y paciencia de todos, pero que todos negaban.
Logró inducir a una "orgía" a las malditas torturadoras. Las drogo. Le había tomado mucho tiempo ganarse su confianza. Una vez drogadas, les inyectó una pequeña cantidad de una solucion con orina y heces cerca al cuello. No tenia mucha habilidad. Pero lo hizo. No logró colocarles en la vena ni en la garganta (ese era su objetivo). Y las jeringas que consiguieron eran sumamente pequeñas (para insulina) asi que la cantidad fue minima. No logró el efecto deseado. No murieron. No. Y tampoco enfermaron, como ella queria,no fue asi. Pero sin querer, les puso una bomba de tiempo que, al primer refrio hizo explosión. Todas murieron lentamente. Sufriendo por meses sin que los medicos dieran con la causa de su enfermedad.
Se pudrieron por dentro.
Pero eso se enteró ya estando en libertad.
La dejaron ir. Ya no tenia razón de estar presa. No habian delitos. El sargento Ibañez le consiguió un pequeño cuarto de alquiler y un trabajo en la cocina de un lugar donde el frecuentaba.
Pero volvia a reincidir. Sabia que se podia conseguir dinero facil en la prostitución. Y tambien era facil robar a los borrachos que se dejaban timar.
Cayó varias veces. Y varias veces Ibañez le hacía prometer que no lo volvería a hacer.
- Son unos malditos esos hijeputas Ibañez! Engañan a sus mujeres. Y se jactan de que estafan a medio mundo! Yo solamente les robo. Y nada mas. Nunca los lastimo. Pero ganas no me faltan, Ibañez...
- Igual es un delito, Pen. No lo vuelvas a hacer. No lo hagas mas muchacha. No la cagues...
- El mundo es una mierda Ibañez. Todos la cagamos y ya....
- Y me lo dices a mi...
- Y ese? Quien es?
- Otro "caso especial". Se llama Juan José.

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