Con amaneceres hermosos
Con nubes y estrellas
Dime poeta, quizá puedas
Poner en letras la belleza
De la dueña de mis letras?
Me miras y sonríes
Eres la diosa única y primigenia
Dueña del universo y la vida
Y estás nuevamente frente a mi
Tienes el ceño fruncido
Estás molesta.
Qué te pasa? Preguntas
Y tus ojos brillan y me queman
Tus labios son crueles
Y tus manos acomodan
Tu espléndida y roja melena
Estoy enamorado, respondo
Bajando la mirada y titubeo
Suspiro y digo: solo sé eso
Y que muero de amoroso deseo
Sé que ella no es para mi
Que son para otro sus abrazos
Que nunca serán míos sus besos
Solo puedo tenerla en sueños
Y me atormenta día a día
El loco deseo, el desenfreno
De mis letras que solo brotan
Sin detenerse en ningún momento
Tonto poeta, me dices, tontuelo
En todas ellas que tú quieres
Está mi presencia, soy yo a quien amas
Solamente no te has dado cuenta
Que es placer mío torturarte
Hacerte llorar, hacer que sufras
Para que puedas nuevamente
Encontrarme y desearme
Y dedicarme tus "torpes letras"
Que a mí me encantan, pues son mías
Y por tal razón y motivo aquí se quedan
Van a mis brazos, poeta amado
Me encargaré de hacerte olvidar
El amor que sientes por esa
Me abrazas mientras dices todo esto
Me acaricias, me besas
Se libera mi alma, mi corazón late de nuevo
Eres mi princesa, la única y primigenia
Aquella que me inspira todas estas letras
La que me lleva a los infiernos
Me da de nuevo la vida y me regresa a la tierra
Poeta que escribes
Poeta que sueñas
Poeta que fuiste escogido
Por la única y primigenia
Reyna y diosa de esta tierra