El frío viento se cuela hasta mis venas, mi sangre
Se ha quedado congelada entre mis dedos, mi piel
Está fría, tiembla y ya no, solamente está ahí, fría
Y mi corazón ya no late. Estaremos muertos?
Noches que me deberían traer calma y descanso
Llenan de púas punzantes mi lecho helado
Lastiman mi cuerpo que se desgarra por el dolor
Y por la nostalgia de aquello que aún recordamos
Y que nos trae vividos recuerdos cuando soñamos
Váyanse pronto dolorosas noches
Déjenme solo con mi tristeza y dolor
Nada cambiará, pero es más fácil
Sobrellevar la luz del día en soledad
Que la noche fría y húmeda en esta cueva
Que solamente te recuerda y recuerda...
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