Cruzando el umbral de mi puerta
Radiante, feliz, coqueta
Vas presurosa, ocupada
En mil y una tareas, sin prisas
En tus manos una taza con café
Siempre sonriendo
Nada te preocupa en extremo
Me miras de reojo, sabes que
No puedo dejar de mirarte
Te contoneas y arreglas tus cabellos
A veces los anudas en una trenza
Pero casi siempre están libres
Me miras de reojo, sonríes
Sabes que me interesas
Sobremanera
Te acercas a mi por cualquier razón
Y a veces sin motivo alguno
Te acercas demasiado
Mis manos tiemblan
Mis rodillas tiemblan
Todo en mi tiembla
Más aún cuando pegas tu cuerpo al mío
Y siento ese calor indescriptible
Infernal, inhumano que me quema
Y ese aroma de tu cabello
Me droga, ya no sé quién soy
A tu lado no vivo ni muero
Son solo sensaciones que quieren desbocarse
Puras emociones libres al viento
La música acaba
No estás, tu imagen se hace etérea
La vida continúa
Pero mi corazón y mi alma
Se quedaron atrapados en una quimera
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