lunes, 9 de septiembre de 2024
Poema 228
domingo, 8 de septiembre de 2024
Poema 227
No hay nada más difícil que estar sin ti, en soledad, recordando esos momentos en los que era tan feliz, a tu lado, contigo. Miro mi reflejo en las ventanas de los autos, de las casas, en los ojos de las personas que encuentro en la calle, en todos ellos no me reconozco, soy solamente una imagen triste de lo que alguna vez fue un poeta enamorado de la vida, del amor, embarcado en mágicos sueños, que ahora despertó.
Por qué te tuviste que ir? Se la respuesta, es cierto, pero igual no me canso de preguntar al viento, al sol, a la luna, a las estrellas, a las olas, a la bruma, al horizonte, a las gaviotas, a todos les pregunto lo mismo. La única respuesta que obtengo es silencio, silencio triste y frío. Me miran con tristeza, con pena, saben que mi sufrimiento no tiene ni tendrá cura. La soledad se hará cada vez mas inmensa.
Es tan corto el amor, es tan larga la distancia, y se demora en llegar tanto el olvido, que a veces pienso que antes de haberte podido olvidar ya los gusanos habrán dado cuenta de mi cuerpo frío. Ahora solamente me toca seguir mi ruta silenciosa, mirando al suelo, las manos en los bolsillos, la barba sin afeitar, el rostro enjuto, los cabellos desordenados, la ropa arrugada, y la tristeza en el pecho y en el alma. Mi corazón no está. Dónde estás, corazón mío? Dónde estás?
Sabía que pasaría, que solamente era cuestión de tiempo. Ya para este momento tendrás un amor que te haga feliz, que te haga soñar, que te haga volar por las nubes y las estrellas. Yo seguiré acá, recordando aquellos momentos cuando estabas a mi lado, cuando podía disfrutar de tu mirada coqueta, tus cabellos alborotados, tus poses de diva, tus ocurrencias y tus miradas que me alocaban por completo. Qué difícil es estar sin ti, qué difícil!
Poema 226
Poema 225
Poema 224
Poema 223
sábado, 7 de septiembre de 2024
Poema 222
Por la ventana se cuelan las luces del nuevo día, y el aire nos trae fragancias de un amanecer que recién se despereza y nos promete un día de alegrías y satisfacciones. Prendes la cocina y pones agua en la tetera, mientras yo muelo el café con el molinillo de mano que busqué en la alacena. Los olores del café recién molido nos terminan de despertar, te acercas a mi lado, y juguetona, aspiras los aromas que juguetean en la cocina. Hacemos crepas? Preguntas, mientras sonríes y me tomas de ambas mejillas, para luego besarme tiernamente. Acaso puedo negarme? Asiento con la cabeza, y apresuro la molienda.
Ya el café está en la cafetera, y gota a gota se va liberando la mágica y embriagadora esencia. Tomamos un tazón cualquiera, ponemos huevos, algo de harina, leche, algo de mantequilla y lo batimos mientras reímos, pues hemos hecho un estropicio en la cocina. La harina está por todos lados, me has pintado la cara, yo hice lo mismo con tu nariz. Cayeron cascaras de huevos en la mezcla, y trato de sacarlas mientras sigues jugueteando con la harina que aún queda por toda la mesa.
Intentamos poner la masa conseguida en la sartén que ya está untada con aceite y caliente, y conseguimos una cosa deforme y casi quemada y cruda por algún lago, aún así intentamos doblarla y le untas algo de crema de chocolate que encontraste, que cae al sartén y también se quema. Repetimos la tarea mucvhas veces mas, mientras jugamos con los utensilios, mientras nos besamos, nos acariciamos. Se nos queman muchas crepas. El café se enfría.
Entrelazados en un abrazo infinito, en el suelo de la cocina, nos entregamos nuevamente a los placeres carnales que nos regala la vida, el destino, nos vamos a otros mundos donde reinan los placeres mágicos y la felicidad plena. Me embadurnas la cara con algo del chocolate de una crepa, y luego juegas a que soy yo tu desayuno. Hago lo mismo contigo, pero en tus pechos, en tu ombligo, en tus piernas.
La cocina es un estropicio, los utensilios están por todos lados, el café está frío, las crepas desparramadas en la mesa, y nosotros felices retozamos en el dormitorio, a donde hemos llegado entre besos y abrazos. Nos miramos y reímos como locos. Nos preguntamos: el chocolate sale delas sábanas? Reímos nuevamente, pues también hay mantequilla, harina, aceite y mil cosas mas. Nos da igual, seguimos amándonos como locos, disfrutando de la vida, de todo lo hermoso que es amarnos. Bendita vida, que hermoso es amar y sentirse amado!