domingo, 8 de septiembre de 2024

Poema 226

Nos quejamos de la vida. A veces nos negamos a ver qué la lluvia vendrá en otoño, florecen las flores en primavera, hace calor en verano y es frío el invierno. Y la vida nos regla la posibilidad de amar, nos regala momentos mágicos y únicos con los cuales jugamos, los evitamos, no nos dejemos llevar y, cuando perdemos este amor, miramos con tristeza hacia atrás y nos decimos que era el destino que no estuvieramos juntos. Que tontos solemos ser!

Llegaste a mi vida. No me negué a todos los placeres y a toda la belleza que significó entregarme plenamente, sin condiciones, sin vuelta atrás. Y tuve momentos mágicos a tu lado, momentos tan sublimes que solamente por haberlos vivido una sola vez valió la pena vivir. Y estoy feliz

Aunque ahora, la noche oscura, fría y amenazante me separa de ti. Qué haces? Me recuerdas? Estás despierta como yo? O sueñas? Cómo amo la profundidad de tu tierna mirada, de esos ojos negros tan bellos que me he declarado esclavo a perpetuidad. Cómo amo tu bello rostro, tus abrazos, tus caricias. Volveré a tu lado, en esta oscuridad nada me pasará, pues el amor que te tengo me sirve de coraza y me defiende de todo lo que podría amenazarme.

Y voy, amor mío. Solo tuve que ausentarme por este vez. El mundo nos pone mil obstáculos, mil trabas. Los venceré, a todos y cada uno. Pondré el mundo entero a tus pies, y podré y al final de todo dejar caer mi cabeza en tu regazo, y ya no soñar con tus ojos bellos, con tus caricias, con tus besos, porque en ese momento me repartiré hasta el cansancio: qué feliz soy, todo lo tengo!

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