Sonriente, meneando tu cabellera color fuego
Y tus caderas que se marcan más bajo tu cintura de acero, y esos formidables pechos
Tus verdes ojos brillan de tal manera al mirarme que parece vas a penetrar mi cerebro
Un sudor frío recorre mi frente y mi cuerpo entero, haces desaparecer tu cola y esos pequeños cuernos que te gusta presumir pero a mí me causan pavor y mucho miedo
Ríes, con esa risa tan tuya que hace temblar la tierra, que hace que las hojas caigan y todos guardemos solemne silencio
Qué has estado haciendo? Preguntas
En vano trato de esconder las hojas, la pluma y el tintero seco
Poesía? Ríes por un buen rato, luego coges mis escritos y pones una cara muy sería
Ay, mi escritor poeta - me dices- no te has dado cuenta que siempre he sido yo la que te traigo loco de pies a cabeza, pobre criatura...
Al decir esto cambias de forma, tu cabellera se torna de un color negro azabache, con unas ondas formidables, tu piel blanca destaca
Y tus ojos se hacen negros como noche sin luna, como abismos profundos
Cierra la boca, me dices
Eres tú, estás ahí. No puedo creerlo
Ahora al fin ato cabos y puedo entender
Ahora se que nunca te habías ido de mi lado
Que soy de tu propiedad, solo juegas conmigo
Por alguna razón me escogiste,
Nunca podré entender las razones para todo
Pero me siento atraído hacia ti
Tomas mis manos con delicadeza
Y me sacas fuera de mi cueva, y ahí está
El formidable barco pirata, con sus maderos viejos pero fuertes, con su bandera al viento
Una tripulación de bravos difícil de detallar
Y todos me brindan reverencia, soy el capitán
Te miro, estás ataviada de pies a cabeza como espadachín, un sombrero en la cabeza, espada al cinto, una pistola en la cintura
Estás tan bella!
Margarita... Digo tu nombre en silencio
Me llevas de la mano y me pones al timón
Sonríes mientras las aguas se hacen reales
El barco cobra vida y... Allá vamos!
Siempre fuimos tu y yo
Así será por siempre...
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