Aquella que nos cobijó del frío
Aquella donde conocimos el primer amor
Aquel mágico lugar donde descubrimos
Que las sensaciones son inmensas
Y que no hay nada como un abrazo
Esa misma tierra nos ha de recibir
Cuando sea el momento final
Y tengamos que irnos para nunca
Nunca nunca regresar!
Terruño bendito, recibe mi cuerpo
Que es lo único que dejó de esta vida
Que fue de todo menos aburrida
Mi alma seguirá en mis sueños
Con mi princesa eterna, y luego, quizá
Vuelva a renacer en esta bendita tierra
Y nos volvamos a ver, quién sabe
Quizá...
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