domingo, 1 de enero de 2017

En el bosque...




- Sientes la brisa? El aire es fresco, con un leve olor a frutas maduras, se sienten algunas gotas de una suave garúa, y el crujir de las hojas bajo nuestros pies nos regala una sinfonía de música pura...

Mientras dices esto, abres los brazos y levantas el rostro, como queriendo aspirar los aromas que nos regala el bosque en tamaña pintura. El castaño de tu esplendorosa cabellera hace conjunción con los marrones y dorados de este genial cuadro. Casi puedo sentir las brisas de otoño, que con su suave canto invitan al sueño a la naturaleza toda. Casi puedo sentir el suave murmullo de un arroyo, que a lo lejos entre luces coloridas y suaves chapoteos, guarda la magia de duendes y hadas que bailando se divierten en sus cristalinas aguas. Casi puedo sentir el alegre canto de algunas aves, que en sus nidos cuidan a los crecidos polluelos; y el travieso revolotear de las ardillas, que frenéticamente buscan semillas para su almacén de invierno. La magia del bosque nos contagia, y nos lleva a disfrutar de una bella tarde de otoño.

- Me acompañas, poeta?

Tiendes tu mano hacia mi, y sonriendo, me invitas a pasear a tu lado, en esta tarde perfecta....



Camille Pissarro
El bosque de Marly
1871

Tregua de Navidad...




 - Imaginas lo que están diciendo estos soldados poeta?
Me preguntas risueña, mientras lees con detenimiento el texto que acompaña a la imagen, y sonríes complacida. En mi cabeza mil imágenes se agolpan, sobre el dolor y sufrimiento que suelen traer las guerras, la destrucción y la miseria que siempre llevan; pero, para sorpresa mía, noto que estás sonriendo, hasta que adoptas una pose seria y recitas estas frases, como si las leyeras:

- Sabes por qué peleamos?
- Ni idea, pero aquí estamos...
- Nos viene bien este pequeño descanso.
Hmm, quieres un cigarro?
- Gracias, feliz Navidad...
- Feliz Navidad, enemigo de armas,
y que pronto acabe esta maldita guerra...


Sonrío. Es Navidad, y en esta época, hasta los enemigos se alegran. Todos queremos estar en casa, bajo nuestro querido techo, queremos un abrazo, sentir el calor de los nuestros, sentir que hay esperanza, y que no todo está perdido. Es Navidad, mi musa amada, y hay magia navideña en todo el planeta...


*Se conoce como Tregua de Navidad a un breve alto al fuego no oficial que ocurrió entre las tropas del Imperio Alemán y las tropas británicas estacionadas en el frente occidental de la Primera Guerra Mundial durante la Navidad de 1914. La tregua comenzó en la víspera de la Navidad, el 24 de diciembre de 1914 cuando las tropas alemanas comenzaron a decorar sus trincheras, luego continuaron con su celebración cantando villancicos, específicamente Stille Nacht (Noche de paz). Las tropas británicas en las trincheras al otro lado respondieron entonces con villancicos en inglés.

Ambos lados continuaron el intercambio gritando saludos de Navidad los unos a los otros. Pronto ya había llamadas a visitas en la tierra de nadie, donde pequeños regalos fueron intercambiados: whisky, cigarrillos, etc.

La artillería en esa región permaneció silenciosa esa noche. La tregua también permitió que los caídos recientes fueran recuperados desde detrás de las líneas y enterrados. Se condujeron ceremonias de entierro con soldados de ambos lados del conflicto llorando las pérdidas juntas y ofreciéndose su mutuo respeto.

* Tomado de Wikipedia

Un pesebre...

- Alguna vez armaste un pesebre, poeta?

Me preguntas traviesa, mientras caminamos de la mano, observando los adornos navideños de las calles y las tiendas. Mi mente vuela, y me trae recuerdos de mi infancia, dulces, tiernos recuerdos de épocas aquellas. 

Ahí está papá, subido en una escalera, cortando una rama de ciprés, que será el arbolito navideño. Me veo ahora con mis hermanos, con canastas en mano, trepando las laderas, en busca de hierbas, pequeñas rocas, algunos cactus o pencas, tronquitos, hojas secas y el infaltable pasto que crece en las cercas. Luego con cartones, papeles, celofán, algodón y arena, dando rienda suelta a nuestra imaginación, instalamos la representación navideña. Papá coloca los focos, y prueba las luces navideñas (solamente tenemos un juego, de 25 foquitos de colores, que se prenden y apagan, y no entendemos cual es la magia que los gobierna).

El centro de toda la escena lo ocupa la sagrada familia. María y José, el asno y el buey, y paja en el lugar donde estará el niño en Nochebuena. La estrella sobre la chosita que alberga a la pareja, el camino con tres camellos, que representan a los magos (no hay presupuesto para mas imágenes, pero los camellos son suficientes). El algodón en el árbolito, semejando la nieve, y los adornos confeccionados a mano, y pintados con acuarelas.

Al término de la jornada, nos sentamos todos en derredor de nuestro pesebre, y cantamos villancicos, entre aplausos y risas, disfrutando de singular manera. Sabemos que hoy es Navidad, que hoy es Nochebuena, y que la magia del Señor, tocará nuestra puerta. Tendremos un regaló quizá, o una cena navideña, pero sobre todo estará presente, la unión de la familia entera...

- Poeta, estás llorando?

No lo he notado aún, pero una lagrima surca mi rostro, aunque sonrío para afuera. Los recuerdos en mi mente se agolpan y, desbordando mis sentimientos, se convierten en una imparable marea. Me abrazas, mientras musitas a mis oídos, con tu singular manera: Feliz Navidad poeta amado; y, deja que obre en ti, la magia navideña....

Observando la Adoración de los Magos de Diego Velázquez (1619).



- Por qué son cuatro y no tres los reyes, poeta?

Te miro en silencio,  una pequeña sonrisa dibuja mi rostro, al percibir que acabas de notar tu pequeño error; uno de los cuatro no es un mago, pues no presenta ofrenda.

- Por qué estás tan seria, María? Acaso quieres escuchar el susurro de José? Qué es lo que tanto a él le preocupa? Y Jesús, tiene las manos escondidas, bien sujetas por las tuyas, como para evitar que se contaminen con las riquezas supérfluas del mundanal planeta. Y por qué el de piel oscura no está arrodillado como los demás, y no presenta su ofrenda, sino que, incluso pareciera, está esperando en actitud altanera? O será que es el último de la fila?

Veo que estás algo turbada, y tu mirada se vuelve taciturna, incluso noto algo de tristeza. Empiezas a describir los detalles del lienzo, y notas con presteza las penumbras y tinieblas, los contrastes y, de algunos trazos, su fría dureza. En eso das un paso atrás, como impulsada por un imán mágico, y nuevamente sonríes, con aquella sonrisa que sabe contagiar tu alegría tierna.

- Ellos brillan, poeta. Jesús y María, son la nueva luz a las tinieblas! Y los magos no han venido con ofrendas, han venido a ellos para recibir la luz que inundará el planeta. Incluso en el horizonte se vislumbra el inicio de una nueva era, con esa franja de luz que llenará de vida nuevamente a toda la naturaleza!

Te abrazas a mi, me besas tiernamente, y luego, siempre sonriendo me dices:
- Es Navidad, poeta amado, es un regalo de una luz de esperanza, para la humanidad entera....

La Sagrada Familia

Sentado frente al monitor, tratando de entender las injusticias de la vida, el sufrimiento de los más débiles, de los abandonados, y todo el dolor que nos rodea, siento la vibración del celular ante los mensajes interminables de no paran de llegar: la familia, los hermanos, los hijos, los pacientes, las amistades, los grupos, ahora hasta propaganda llega por este medio.

Como para relajarme un poco entro a ver lo que escriben. Respondo las preguntas de manera corta y precisa, y a veces ingreso a charlar en los grupos. Es muy tarde ya, es hora de descansar. En eso algo llama mi atención: una vieja amiga está mandando mensajes al grupo para colaborar con sus "viejitos" para esta Navidad.

Sonrío. A mi mente vuelan los detalles de una historia que, gracias a ella, pude conocer, y que me hizo creer nuevamente en nuestra humanidad. La historia de la Casa Hogar La Sagrada Familia.

Frenéticamente busco en internet. En google hay muchos lugares con ese mismo nombre, pero encuentro al fin la página adecuada. Pero para mi desazón, está inhabilitada. Sigo buscando, y al fin encuentro esto:

“A mi hijo le dio un ataque cardiaco y lo reanimaron, estuvo bien, pero le duro tres minutos, me miró, me sonrió, le dio uno fulminante y falleció. Toda mi arrogancia se desinflo en ese segundo, el hecho de tener y no tener mucho. Eso hizo que cambiara mi actitud de vida. Cuando salí del hospital me encontré dos niños de la calle, pedían asistencia médica, no los atendían, estaban muy sucios, olían mal, eran niños de nadie y no tenían dos soles para pagar, porque seguramente se lo gastaron en consumir terokal. Me encontré con esa imagen, yo con mi niño y con dinero, ellos sin dinero pero con vida. Ahí me di cuenta que ellos realmente estaban abrazados de Dios y que vivían colgados no de un hilo invisible como el de nosotros, sino de una soga, bien atados a él. Me dio una lección de amor, un amor de padre impresionante, ellos podían vivir, Dios se llevo al mío, seguramente lo necesitaba mas que yo”.

Se llama Miguel, el que relata la historia. Era director de una agencia de noticias y vivía bien. Luego de la muerte de su niño por un problema congénito, al salir del Hospital del Niño en nuestra ciudad, encontró a dos pequeños que pugnaban por ser atendidos, pero no lo eran por no tener ni dinero ni un adulto responsable de ellos. Miguel pagó los 2 soles de consulta de cada uno de ellos, y no recuerdo bien si uno de ellos murió o no, pero decidieron con su esposa llevar al otro a casa, alimentarlo y cuidarlo. Pero al día siguiente el niño escapó, y él estaba consternado, lamentando la decisión de haberlo llevado a su hogar. Pero al atardecer ese mismo niño trajo a cuatro más, y luego a cuatro más. Es así como Miguel decide buscar un lugar mas grande donde albergar a mas niños. Vendió su casa y todos sus bienes y se trasladó a vivir con sus niños a un lugar despoblado de Lima, al norte de la ciudad, conocido como Zapallal, donde en ese año solamente había arenal.

Iniciaron conviviendo y tratando de subsistir con lo que conseguìan. Pero la casa se fue haciendo enorme por la cantidad de niños que venían de las calles. Construyeron talleres para producir cerámica, cocinas, talleres de carpintería, e incluso un policlínico, que fue fundado por uno de los niños que creciò allí y se graduó de médico.

Han sufrido innumerable problemas, desde robos, incendios, hasta pretensiones de las municipalidades de los distritos aledaños por adueñarse del lugar. Ha sido acusado de secuestro, pedofilia, de esclavizar a niños, y mil cosas mas. Pero siguen ahí, sobreviviendo gracias al apoyo de muchas organizaciones que ahora colaboran con lo que pueden, pero siguen ahí, recogiendo niños de la calle, hijos de presos, de delincuentes, niños negados, que tienen en la casa hogar la Sagrada Familia una pequeña oportunidad en esta vida.

Y por qué no, de tener una Feliz Navidad...





La Comunidad de niños Sagrada Familia es un centro situado en las lomas de Zapallal (Lima, Perú) y que alberga a niños en situación de marginación social y económica.

En la actualidad, un total de 850 niños de edades comprendidas de 0 a 18 años, tienen acceso a la educación primaria, una alimentación adecuada y un futuro lleno de posibilidades, es decir, todo a lo que cualquier niño, sea del lugar que sea, debería tener derecho.

La Comunidad de Niños Sagrada Familia nace en la ciudad de Lima en Mayo de 1988 a partir de la iniciativa de un periodista limeño, Miguel Rodríguez Candia, fundador y actual director de esta institución.



http://www.zapallitos.4t.com

Navidad de los pobres... Feliz Navidad?

Dice la canción antigua: "Navidad de los pobres, que feliz Navidad"

Pero podrá ser feliz un niño, si no están con él, su papá y su mamá?

Si no tiene un techo donde cobijarse, o para comer un pedazo de pan?

Será posible poder alegrarse, si solamente existen ganas de llorar?



Muchos se llenan la boca, pidiendo amor y paz, dicha y felicidad,

Armonía para el mundo entero, y que las guerras paren ya.

Pero rehúyen la mirada, al ver a un hambriento que pidiendo limosna va,

O evitan con presteza, los sucios lugares donde saben que ellos están.



Y qué decir de los poderosos y ricos, gobiernos y religiones en general,

Te piden descaradamente, que des una limosna, que des caridad,

Pero de ellos solamente migajas, a los necesitados han de llegar,

Y si es posible no dar nada, de ellos ni un mísero cobre recibirás.



Y son ellos los que predican, que todos los pobres al cielo irán,

Y ya estando en el Paraíso, nunca más de hambre padecerán!

Y que los ricos y poderosos, en el infierno arderán una eternidad,

Sufriendo para siempre, ya que en esta vida, mucho gozaron ya...



Navidad de los ricos, Navidad de los poderosos, que feliz Navidad!

No creo que en la pobreza, que en la injusticia haya felicidad,

Cuando literalmente mueres de hambre y de frío en soledad,

Y a nadie le importa un carajo, si por la mañana despertarás..



Cristo no ha nacido, solamente hace dos mil años atrás,

Él nace todos los días, en los muladares de cada ciudad,

se alimenta de desperdicios, que encuentra en el basural,

Y muere todos los días, estirando la mano, por un pedazo de pan...

miércoles, 28 de diciembre de 2016

Como quisiera...

Cómo quisiera que estés a mi lado
Para que veas esto que está pasando.
No es la gran cosa, lo se, no es nada,
Pero estoy seguro que estarías silbando,
Cantando y dichosamente gozando
Por estas pequeñas pero grandes cosas
De las que la vida se nutre de rato a rato.

Quiero que sepas, mi padre, mi viejo,
Que tu hijo es autor publicado.
No es un gran talento, ni un gran trabajo,
Ni un bestseller, ni siquiera algo
parecido a esto, pero así era el trato.
Ha publicar un escrito, y ya está hecho,
Y lo mejor, sabes que ha pasado?
Como libro recomendado nos han catalogado.

Estoy seguro estarás muy orgulloso
De lo que ha hecho este tu retoño.
No seré un gran escritor, ni famoso
Ni mucho menos rico o exitoso,
Pero nadie jamás podrá negar que he escrito
Y que, no solo yo, me he leído.

Donde estés Papá, se que te hubiera gustado
Ver esta simple imagen, y reír a mi lado.
Tu hijo, tu Pepe, un libro ha publicado
Y conmigo tu nombre será recordado.
Aunque sea por algunos despistados
Pero aún así, no me quitarán lo bailado.
Mi vida sigue dando grandes saltos,
Y mis nietos podrán leer mis obras a ratos
Y quizá en algún momento sin desenfado
Dirán que su abuelo fue autor publicado!