Y ni siquiera pudimos saludarnos
Cómo debe de ser, no era posible
Solo una venía con la cabeza a lo lejos
Y una tímida sonrisa para después
Seguir cada uno por su camino
Y no volver a mirar atrás, eso no
Eso no puede ni debe ser
Solo los dos sabemos lo que
Esconden nuestros corazones
Lo que llora el alma y los deseos
Que aún mantienen viva la llama
Esa que nos quema desde adentro
Y no se quiere apagar, ni siquiera
Con el paso del tiempo, no se apaga
Quizá en otro invierno? Quizá, quizá
Ya pasaron varios días desde el momento aquel
En qué nos encontramos en la calle
Y yo ya regresé mil veces a ese lugar
Mirando el reloj, tratando de que sea
La hora puntual, pero no has regresado
Tampoco contestas a mis llamadas
No sé nada de ti, y pienso
Es mejor así, es mejor...
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