sábado, 24 de marzo de 2018

Escribir versos

Quiero escribir versos esta noche,
Así como el gran poeta los escribió en algún momento
Quiero escribir versos, mas ni siquiera puedo empezar a hacerlo
Pues no son mis letras versos, no califican ni siquiera a remedo de ellos,
Quiero escribir versos, pero no puedo, pues esta noche, como tantas otras,
Que ya no recuerdo, ésta como tantas otras noches, solamente escribiré
Lo que siento, lo que me quema por dentro, y mas nada... Solamente eso.

Me duele tu ausencia, me duele más que cuando aún estabas lejos.
Me duele tu silencio en palabras vanas, que ya no suenan a nada,
Ese silencio tan terrible que mata, que duele en lo más profundo del alma,
Que te desgarra por completo, y que hace que llores, sonriendo...

Porque es necesario sonreír, para mostrarle al mundo, mi mundo perfecto.
Porque mi mundo es perfecto, y tengo que aceptarlo y reconocerlo
Y repetirlo día tras día: he sido bendecido en vida, teniendo lo que tengo!
Hay otros que tienen muchísimo menos, y no se quejan, ni lloran
Ni mucho menos suplican por lo que quisieran tener... Y yo si tengo.

No puedo quejarme, no... Con todas las bendiciones que me han dado
Debería sonreír a todo momento!...Pero, no se por qué razón, no sé
Por qué no puedo... Lloro a menudo, me lamento y me quejo.
Y es que, sabes algo?... Duele... Duele mucho aquí adentro
Duele tu silencio, duele tu ausencia, duele más que cuando te habías ido.

Una copa de vino. Música bella. Unas velas. La noche. Las estrellas.
Incluso la luna se atreve a asomar su palidez por nuestra ventana.
Suspiras. Suspiro. Me miras? Te miro... Pero no estás ahí.
El vacío de mi soledad es tan inmenso que me rindo, no doy mas...
No quiero seguir así. Sonrío. Te abrazo y te beso. Nos levantamos.

Ya en la cama, abrazados, dormimos. Sueñas? Qué sueñas?
Estoy en tus sueños? Ya no tengo sueños, ya no quiero mas nada
Solamente quiero dormir, y no despertar jamás. Seguir dormido
Para siempre, para toda la eternidad. Sin sueños. Sin deseos.
Solamente eso. Y nada más...

Pero un ruido infernal te devuelve a la vida, a la rutina del día a día
A la terrible monotonía de todos y cada uno de los días
De tu miserable e insignificante vida. No te conoce nadie
A nadie le importas, ni siquiera a tus vecinos. Nada vales
Nada deseas, solamente cumplir tu labor diaria, e irte a dormir.

Sigues ahí? No pude notar tu presencia, pues tus palabras ya no suenan
Eres transparente y etérea, con una belleza cruel, que me destroza
Con una mirada glacial que me congela, y una sonrisa tan fría
Que hace que mi corazón se vuelva de piedra, y mi alma, si, mi alma,
Aquella que cantaba y gozaba de felicidad al verte sonreír, aquella
Que gustaba de soñar a tu lado. y deseaba alcanzar las estrellas
Esa misma alma, al ver tu sonrisa fingida, se encadena a la tierra
Y llora en silencio, con amargura, y ... más nada.

Quise escribir versos, y terminé escribiendo todo esto, pues
Olvidaste al partir, tu envase vacío. Ya no estás, hace mucho
Que te has ido. Y hoy, a mi lado, hay unos ojos que no miran,
Unas palabras vacías, y un corazón que ya no late, solamente
Sonríe, sin saber siquiera, el motivo o razón de esa sonrisa vacía.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario