A las murallas de la antigua ciudad me acerco en silencio
Sé que no podré subirlas, menos abrirme paso a través de ellas
Las toco, están aún cálidas por el sol que ya casi se va
La piedra áspera no se deja acariciar, pero me tranquiliza
Los muchos años en el mismo lugar la han hecho sabia
Sabe que no las pienso lastimar, pero les pido que
Me devuelvan algo de su historia, algo que añoro
Algo que quisiera volver a tener en mis manos
Aunque sea una sola vez más...
Piedra amiga, piedra hermosa, robusta y firme, cariñosa
Sé que también te tocaron unas manos hermosas
Y que las recuerdas tanto como yo, no las podrías olvidar
Dime piedra sabia, podrías compartir conmigo
Un poco de tu amado tesoro? solo un poquito, nada más
La piedra calla, se enfría lentamente, se oscurece
Pero mi mano terca se mantiene sobre ella, espera
No queremos irnos así nomás. Hemos venido de lejos
Hemos cruzado bosques y praderas, montañas y mares
Solo para llegar a esta muralla porque acá fue
El último lugar donde mi amada poso sus manos
Antes de partir, a la eternidad...
No me quiero ir. No tengo nada ya, solo recuerdos
Y esta muralla guarda en su interior los recuerdos
De la que alguna vez me miró y me cautivó
Y en ella están sus manos y caricias, lo sé
Por eso no me iré, este es mi destino final
No me importa más nada, no tengo nada ya
Hola poeta, me extrañaste?
Un susurro acude de algún lado,
Las luces se terminan de apagar
Y ya no estoy en ningún lugar
Solo vuelo hacia el llamado
Que me lleva a volar...