Me miras y sabes que no es una pregunta
Pones una carita que no admite
Ningún cuestionamiento ni siquiera
Una duda, solamente sonrío
Y me dirijo al lavadero con toda la vajilla en las manos
Llegas detrás mío
Traes lo que quedaba en la mesa
Te pones a mi lado y empiezas
A enjuagar lo que lavo
En algún punto te salpicó
Sin querer, un poco te agua jabonosa
Das un grito gracioso y me salpicas también, pero a propósito
Y ríes de tu travesura
Luego muy hábilmente te abrazas a mi
Y me besas mientras con tus manos mojadas
Recorres toda mi espalda
Me estremezco
Me gusta, y lo sabes
Y por eso te aprovechas
Aunque, soy yo el que
Saca provecho de tu belleza
De tu juventud y de toda la energía
Que me da tu sola presencia
Qué dicha la mía el haberte encontrado
Que suerte!
Envidiame mundo!
Tengo el amor de mi vida en mis manos...
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