Dime carita triste, por qué tanta melancolía?
- Es por una moneda perdida, era para comprar el pan del desayuno de este día.
Carita triste, ya no llores. Verás, encontrarás tu moneda perdida, y podras llevar el pan, y estará la mesa servida.
- Y, no tiene usted una moneda? Con una sola moneda, me ayudaría.
No carita triste, no tengo ni una sola moneda. Y si la tuviera, no podría dártela, pues esa moneda no sería mía.
Adiós carita triste.
- Adiós, cuidese mucho señora ardilla.
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