Y como tantas de ellas, había tenido una buena vida, hasta que llegó el final
El instante crucial en que su mundo empezó a destruirse, a venirse abajo
El momento en que la noche apagó todas las luces que la iluminaban
E hizo que las tinieblas se apoderen de lo que le quedaba de vida.
Incluso ese momento en que pensó lo había perdido todo
Cuando fué separada de manera tan cruel e inhumana de su esposo amado
Incluso ese momento de tanto dolor y sufrimiento, no se comparaba
Al instante en que se apagaron todas las luces, y vinieron las tinieblas
Este preciso instante en que la vida misma se le escurre de sus manos...
Ya no recuerda el momento en que empezó todo, era casi una niña
Apenas había terminado de crecer, y fue entregada en matrimonio
Arreglado por sus padres y su familia. Llevó su dote con ella,
Incluso una que otra compañía, que le iban a servir de ayuda
Y recuerdos de su antiguo hogar, con la idea de formar una nueva
Y numerosa, si ese es el deseo divino, una numerosa familia.
Pero no fue así, todo cambió desde el momento de la boda.
Ahí conoció al verdadero amor de su vida, y se entregó a él
Y por eso fue desterrada y rechazada, insultada y despreciada.
Era una cosa imposible de entender la razón por la que tiró
Toda su felicidad por la borda, empujándola con ambas manos.
Pero el corazón es así, nadie puede entender los designios del destino.
Quizo la vida que se encontraran el día mismo en que iba a ser desposada
Y no pudieron vencer el poder de sus miradas, la fuerza de sus sentimientos
La llama que se encendió en lo más profundo de sus cuerpos,
Y que los quemó, y los llevó a los infiernos y a los cielos...
Tuvieron una preciosa hija, aunque él nunca llegó a verla
Pero ella siempre le contaba todas las cosas bellas que él le dijo
Y la hermosa mirada que tenía su padre, que embelesaba
Y aquellas caricias que le prodigaba, a pesar de estar las manos
Encallecidas por el trabajo duro y por la miseria...
Y le contaba que nunca la abandonó. Y que marcharon juntos por la vida
Como debe de ser, viviendo cada día como si fuese el último
Y sabiendo que no serían bienvenidos en ningún lugar,
Por el error cometido, al abandonar una familia en el momento
Del matrimonio. Eso era imperdonable, y nunca nadie lo iba a olvidar.
Fueron muy felices. Y la felicidad de ver crecer a su pequeña
En un nuevo lugar, como todas esas demás niñas, que tuvieron la suerte
De tener a su mamá y a su papá, y compartir alegrías y penas
Y disfrutar del día a día, y construir un nuevo hogar, y descubrir
El amor de adolescentes, y soñar con la felicidad de una familia.
Si, todo fue muy bueno. Y la fiesta, y el altar, y la emoción de ver
Como crece una nueva vida en el vientre de su pequeña, ahora mujer
Todo eso fue una verdadera e inigualable felicidad...
Pero ahora se fue, ya no está más. Le quitaron a su pequeña.
Y no pudo hacer nada. Solamente pudo quemar en una hoguera
Los restos de su hija, y dar un pequeño beso a la recién nacida
Que fue llevada con su padre, a otro lugar. Y solo quedó la soledad
Y las tinieblas. Y el silencio de una pequeña casa, que ahora parece
Un monumento al dolor y a la tristeza, un monumento a la oscuridad.
Solo le quedan recuerdos, de lo que fue su vida, de una gran vida
Que tuvo de todo, hasta ese momento en que le quitaron a su esposo
Y lo condenaron solamente por aconsejar. Lo ejecutaron como un criminal
Lo vejaron, lo insultaron. E incluso su cuerpo fue profanado
Por aquellos que se consideraron afectados. Y lo dieron como carroña
A los buitres y a los lobos. Y se aseguraron que nada quede de él.
Por qué tuvo que ser así? Ya casi no recuerda la magnitud del dolor
Tuvo que huir, embarazada, apenas podía caminar. Pero aún así huyó.
Eso fue lo que le dijo él. "Huye por favor". Se fué muy lejos,
Cruzó desiertos y mares, montañas y bosques, hasta un nuevo lugar
Donde se instalaron, ella y los amigos de su esposo, que huyeron también.
Y construyeron una nueva vida. Tratando de olvidar las cosas malas,
Tratando de rememorar solamente lo bueno y la felicidad
Y tratando de regalar amor a todos los demás. Y fue muy bueno
Claro que lo fue! Y creyó que al final todos sus bellos sueños
Se harían realidad, al dar en matrimonio a su pequeña, a quien adoraba
Y por quien daría la vida. Y todo fue felicidad, hasta el día del parto
En que su hija murió. Y a su nieta se la llevaron, la familia del padre
Que estaba destrozado por el dolor, y que quería vivir en otro lugar
Para no tener que recordar ese momento cruel. Y se marchó.
Ahora ella está sola, con una casa vacía. Y los amigos
También se envejecieron, y la tristeza los a hundido a todos
En las sombras y en la desesperanza. Ya no hay luces, solo tinieblas
Incluso las estrellas ya n o quieren salir, y la luna
Se oculta entre las nubes, para no presenciar todo el dolor
Que reina en la pequeña aldea. Solo esperan que la dama de negro
Aquella de la guadaña los venga a visitar, y termine con su soledad
Y quizá en la otra vida, pueda encontrar a sus seres queridos
Y pueda tener nuevamente un poquito de felicidad...
— Buenas noches. Está la señora María?
— Hay tantas Marías en el mundo, que no se a cuál de ellas busca usted.
— Cierto. También me llamo María, como mi abuela. Eso me dijo mi papá.
Y ahora vengo a buscar a ella, ya que vivía en esta aldea. Me llevaron pequeña,
Porque mamá murió, y mi padre, no pudo soportar el dolor. Pero nunca la olvidó
Siempre me contaba de una gran mujer, que cambió su vida por amor
Y que crió a mi madre sola, con todo su amor, y que me amó antes de nacer yo
Y que ahora estaba sola. Por eso vengo hoy. Este es mi esposo, y este pequeño
Que traigo en brazos, es nuestro primer hijo. Solo quiero su bendición,
Y si no fuera pedir mucho, un poquito de ese su inigualable amor...