Yo no he venido a este mundo para ser esclavo, tampoco para servir a nadie.
Yo nací libre, como el viento, como el océano, como las nubes y las estrellas.
El mundo me fue entregado para servirme y para yo poder disfrutarlo.
Sólo al encontrarte me deshice de toda mi libertad,
te entregué todo lo que tenía y todos mis sueños.
Mi camino se fue contigo, al tomarte de la mano.
Me convertí en tu esclavo al besar tus apasionados labios.
La cordura abandonó mi mente al sentir el roce de tu piel en mi desnudo cuerpo.
Me entregué a ti sin ataduras ni condiciones, sin pensar siquiera
en las consecuencias que esto traería a nuestras historias.
No podrás deshacerte de mi memoria con facilidad.
Si tengo que partir, vas a extrañar cada instante que te dediqué,
cada momento de risa y enojo, cada cariño y cada encono.
Verás, no hay nada que pueda compararse a esto,
ya que te dí todo lo que pude alguna vez haber soñado.
Solamente traje conmigo mis sentimientos y mis pasiones,
que quizá algún poeta o cantor lo convierta en canciones.
Me las llevo todas, pues al no haber sido valoradas como deben,
se irán conmigo al océano del olvido.
Eso será lo que te diga en caso me tenga que ir, o tenga que partir.
Sigo siendo libre, para soñar, para volar.
El mundo aún espera que lo termine de conquistar.
Te escogí de compañera, para que tomados de la mano
podamos marcar un rumbo que no sea mundano.
El mundo y la vida me fueron entregados de regalo.
Es por eso que los pongo a tus pies, para juntos poder disfrutarlo.
Para marcar nuestro camino, levantarnos cuando caemos, alegrarnos de seguir vivos.
Quiero seguir compartiendo contigo todo el infinito de mi destino.
El mundo es un lugar hermoso, donde podemos encontrar la belleza de un poema
que se abanica al viento en las alas de una hermosa melodía.
Es un lugar, donde una sonrisa puede más que mil batallas,
un lugar donde una flor vence al árido desierto,
y un te amo abre las puertas del divino cielo.
Es este hermoso lugar donde yo he nacido,
para poder disfrutar de cada segundo que se me ha ofrecido.
Es acá donde tengo la dicha de disfrutar de tu compañía,
de los momentos preciosos que nos hacen tan felices cada día.
Es este el lugar donde tomados de la mano, siguiendo un sendero poco conocido,
sin importar lo mucho o lo poco que hayamos vivido,
seguiremos felices buscando nuestro propio destino.
Yo nací libre, como el viento, como el océano, como las nubes y las estrellas.
El mundo me fue entregado para servirme y para yo poder disfrutarlo.
Sólo al encontrarte me deshice de toda mi libertad,
te entregué todo lo que tenía y todos mis sueños.
Mi camino se fue contigo, al tomarte de la mano.
Me convertí en tu esclavo al besar tus apasionados labios.
La cordura abandonó mi mente al sentir el roce de tu piel en mi desnudo cuerpo.
Me entregué a ti sin ataduras ni condiciones, sin pensar siquiera
en las consecuencias que esto traería a nuestras historias.
No podrás deshacerte de mi memoria con facilidad.
Si tengo que partir, vas a extrañar cada instante que te dediqué,
cada momento de risa y enojo, cada cariño y cada encono.
Verás, no hay nada que pueda compararse a esto,
ya que te dí todo lo que pude alguna vez haber soñado.
Solamente traje conmigo mis sentimientos y mis pasiones,
que quizá algún poeta o cantor lo convierta en canciones.
Me las llevo todas, pues al no haber sido valoradas como deben,
se irán conmigo al océano del olvido.
Eso será lo que te diga en caso me tenga que ir, o tenga que partir.
Sigo siendo libre, para soñar, para volar.
El mundo aún espera que lo termine de conquistar.
Te escogí de compañera, para que tomados de la mano
podamos marcar un rumbo que no sea mundano.
El mundo y la vida me fueron entregados de regalo.
Es por eso que los pongo a tus pies, para juntos poder disfrutarlo.
Para marcar nuestro camino, levantarnos cuando caemos, alegrarnos de seguir vivos.
Quiero seguir compartiendo contigo todo el infinito de mi destino.
El mundo es un lugar hermoso, donde podemos encontrar la belleza de un poema
que se abanica al viento en las alas de una hermosa melodía.
Es un lugar, donde una sonrisa puede más que mil batallas,
un lugar donde una flor vence al árido desierto,
y un te amo abre las puertas del divino cielo.
Es este hermoso lugar donde yo he nacido,
para poder disfrutar de cada segundo que se me ha ofrecido.
Es acá donde tengo la dicha de disfrutar de tu compañía,
de los momentos preciosos que nos hacen tan felices cada día.
Es este el lugar donde tomados de la mano, siguiendo un sendero poco conocido,
sin importar lo mucho o lo poco que hayamos vivido,
seguiremos felices buscando nuestro propio destino.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario