viernes, 5 de junio de 2015

En tu cumpleaños.

Fue de madrugada que naciste, 
y a mi vida amor y alegría trajiste.
No fue llanto lo que escucharon mis oídos, 
sino la mas hermosa melodía que jamás había oído. 
Me miraste con esa mirada tierna 
que aún cautiva mis ojos enternecidos. 
Era de madrugada, no lo olvido, 
pero no era cansancio, sino emoción sin límites
lo que sentía en esos momentos.

Te miro ahora y no lo creo: cuanto has crecido! 
Donde está esa niña pequeña 
que se acurrucaba a mi lado cuando tenía frío? 
Donde está mi princesa preciosa 
que buscaba en mí a un héroe invencible? 
Dónde la que escuchaba atentamente, 
cada historia inventada, cada cuento de humorada?

Te vuelvo a mirar, y nuevamente 
no lo creo: cuánto has crecido!
Seguirás creciendo, no tengo dudas, 
y yo seguiré envejeciendo. 
Seguiré mirando extasiado todo lo que mi pequeña, 
con grande o poco esfuerzo, en esta vida va logrando. 

Y aunque llegue el momento 
en que no sea yo el que te cargue, 
sino seas tú, la que tenga que sujetar mi mano, 
para poder seguir caminando, 
aún en ese momento seguirás siendo mi pequeña niña preciosa. 

Aquella que una madrugada de junio, 
con un vigoroso llanto, y con una mirada tierna 
y una sonrisa aún mas preciosa, 
trajo a mi vida la dicha y el contento 
de ser padre desde aquel primer momento.

Feliz cumpleaños, mi niña preciosa, 
y no te enojes por este tu padre que 
no sabe expresar sus sentimientos, 
no olvides que te amo y te adoro 
desde el primer momento en que supe de ti. 

Te quiero mucho.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario