Al inicio de los tiempos, estaba Dios en su día de descanso, luego de la maravillosa creacion, contemplando la belleza de todo lo que con sus manos había formado. La luz y las sombras, la noche y el día, el sol, la luna, las estrellas, el cielo azul y los océanos inmensos, las nubes y los ríos, las montañas y los bosques, los desiertos y las junglas, las aves y los.peces, todas las creadas bestias que poblaban cada centímetro de la ya hermosa tierra.
Pero sobre todas las cosas miraba extasiado a los dos seres que a imagen y semejanza suya había formado.
Hombre y mujer, macho y hembra, Adán y Eva los ha llamado.
Con los ojos entrecerrados y extasiado de su gran propia obra estaba el buen Dios Padre a punto de dormir, cuando algo le llamó de súbito la atención.
Encerrada entre cardos y espinos, apenas entre las rocas inertes visible, como desafiando a todo el dolor y lo lugubre que la rodea, una pequeña flor aparece en su camino.
Es tan pequeña y frágil, pero es tan hermosa que el divino creador la consideró digna de un mejor lugar, así que alargando su mano la retiró de entre las espinas y los cardos.
Pero los cardos no querían entregar a su tesoro tan fácilmente, así que con toda la fiereza posible a su bella criatura defendieron, puyando al mismisimo Dios en un dedo.
El dolor fue enorme. Nunca lo había sentido. Su enojo fue grande, y quizo Dios destruir a esos cardos mal agradecidos.
- Cómo puede ser posible? Acaso no saben necios que me deben todo y que su vida misma me pertenece?!
Mas que una frase, parece un rugido, la ira de Dios está a punto de corregir a impío.
Ya a punto de descargar toda su furia por tamaña afrenta, una pequeña luz sobre la flor llama su atención. De la herida minúscula en el dedo adolorido, una pequeña gota de la divina sangre sobre la flor ha caído.
Mira Dios con extrañeza y recelo. Que es esto? Se pregunta para sí. Pero la esplendorosa gota luego de tocar a la flor bella, a empezado a brillar mas allá de lo que permiten los sentidos.
Mira Dios extasiado, algo perdido. Que es esto que se ha creado, pregunta para sí mismo. Toda la creación se ha detenido, y con mucha curiosidad se acerca a ver lo que ha sucedido.
Al solo ver a la pequeña gota con su brillo divino, caen todos en un estado de felicidad y paz incomprensibles. Como un imán enorme a todos hacia si ka pequeña gota ha atraído.
Tiene el ceño fruncido el buen Dios, y con un ademan imperceptible ordena a la pequeña gota que regrese por el minusculo orificio del que ha salido. Pero, el divino dedo ha sanado, casi al mismo tiempo en que había sido lastimado.
La pequeña gota flota a su lado, compitiendo en hermosura y resplandor con el mismo Dios. Él mira extasiado.
- Eres parte mía, pero mía ya no eres. La esencia de la pureza y la belleza dentro de ti has tomado.
Le dice el creador a la pequeña gota, que cada segundo solo mejora y mejora.
Mira Dios a la flor hermosa entre los cardos más preciosa.
- Las espinas incrementan tu belleza. Dispongo que si el mismo Dios tuvo que lastimarse para poder llegar a tocar esta hermosura, pues todo aquel que quiera poseerte debe saber que tus cardos espinosos no solo te embellecen sino que también lo lastimaran despiadadamente. No habrá belleza sin dolor ni sacrificio. Está escrito.
Se sintió Dios reconfortado, aunque la pequeña gota a su lado ya todos han notado.
Que hago contigo? Se pregunta preocupado. Dejarte a mi lado peligroso sería, pues con algunos segundos de vida ya me has opacado.
Entonces tomo Dios una sabia decisión, como las que siempre ha tomado.
- Hagamos que esta pequeña gota nutra a todo el mundo con su belleza y su resplandor.
Quiso el buen Dios en su bondad infinita, compartir con el mundo entero toda la belleza y felicidad que con esta pequeña gota de su sangre se había formado.
Con un gran ceremonioso gesto, con una orden mental suya, mandó a la pequeña gota pulverizarse y mezclarse con todos y cada uno de los seres de la creación. Así lo ordenó, así lo dispuso.
Pero...
Ante su inicial sorpresa, luego enojo y enfado, la pequeña gota ni se ha inmutado.
Sigue brillando a su lado como si nada hubiera pasado.
Puede ser eso posible? Una orden divina una minúscula gota ha desacatado?
El mundo entero mira perplejo y asombrado. Dios sonríe, eres un hueso duro de roer, dice, pero ni te imaginas con QUIÉN te has metido.
Habiendo dicho esto, con un gesto que solo Dios sabe, levanta los poderosos brazos, y cual millones de truenos y relampagos, la imponente divina voz ordena:
- Yo el Dios todopoderoso, te ordenó que te dividas en millones de partículas iguales y que cada una de ellas sea parte de todas las plantas y animales!
Luego de un gran estruendo y una luz enceguecedora al bajar los brazos, el silencio se apodera del mundo entero esperando que se diluyan las tinieblas y el polvo para observar el resultado.
Aún haciendo fuerzas con sus poderosos brazos, miró el divino creador que la gota por la mitad ha cortado.
Pero la fuerza con la que ambas partes se atraen es tan intensa, que los brazos del mismo Dios tiran con infinita violencia.
No cree lo que ve el creador divino, una pequeña gota lo ha casi puesto en ridículo. Pero algo ha notado, y que al estar en dos mitades, el brillo de la gota se ha apagado.
Al dejar de hacer fuerzas, la gota nuevamente se une en una sola y empieza a resplandecer mas aún, opacando a todos a su alrededor.
Mira esta vez Dios muy pensativo. Que hemos creado? Una pequeña gota de sangre al tocar la ternura y la belleza con la fidelidad extrema mas el deseo se ha convertido en algo demasiado poderoso y hermoso que logra opacar a toda la creación entera, incluso al mismo Creador divino.
Hemos de dividirla entonces, y de forma tal que sea muy difícil para ella unirse de nuevo, y la esconderemos de tal manera que será para ella casi imposible re encontrarse.
Es así como Dios nuevamente levanto los brazos con fuerza imponente, y atrajo hacia si toda la fuerza vital de la creación entera, de la tierra, el sol, la luna, las estrellas, de los cielos y los mares, de las plantas y los animales, e incluso de ángeles y demonios, todos ellos hijos suyos, y con toda la fuerza que jamás antes ni nunca después será vista, lanzó una enorme luz enceguecedora, y partió a la minúscula gota en partes iguales, atrapando a cada una de ellas en unas esferas de poder transparentes que no permitían que entre ellas se acerquen.
Todo volvió a la calma.
El sol sigue su camino en el cielo, la luna y las estrellas iluminan la noche en competencia a cual de ellas es mas bella.
Los océanos y los mares rugen con violencia o acarician mansamente las arenosas playas.
Las flores adornan a los árboles, las aves con su canto alegran el paisaje.
Los campos llenos estan de vida y por ellos libres caminan y saltan las bestias salvajes.
En el centro de la creación una mujer y un hombre, curiosos ellos exploran todo lo que el Dios padre les dio de dotación.
Pero...
Sentado en su trono eterno, el gran Dios mira sempiterno, dos pequeñas esferas que en su centro, llevan unas minúsculas gotas apenas perceptibles, que luchan por liberarse de la prisión formada, y se atraen mutuamente, queriendo ser una sola nuevamente.
- Muy interesante, dijo Dios para sus adentros, ya te tengo separada pero aún eres fuerte, y por lo tanto muy peligrosa. Pues bien, el plan sigue siendo el mismo.
Te esconderemos en el corazón de cada humano. Dormiras un sueño de diez mil años. Con la pequeña fuerza que emites las personas sentirán una sensación inigualable, a la que llamaran amor. Y tratarán de encontrar a su mitad perfecta dentro del mar de gente. Y haremos que las gotas se suelten sólo en el momento que ambas realmente se hayan encontrado.
Entonces al unirse, hombre y mujer, macho y hembra harán una fuerza y belleza tal, que nada en el universo podrá compararse, y serán capaces de lograr lo inimaginable.
Solo para diferenciarlos, les daré un nombre a cada uno: Tú, que iras con el hombre, a ti te llamaré pirata bandido. Y tú, que iras con la mujer, a ti te llamaré pequeña travieza.
Y bien, que empiecen los juegos...
Sentado en su celestial trono, extasiado por la belleza de lo creado, el buen Dios mira satisfecho, lo que con sus propias manos a forjado.
Sentados en el paraíso, mirándose frente a frente, Adán y Eva no saben aún lo que les ha pasado.
......
Diez mil años después...
Separados por el tiempo y la distancia, el pirata bandido y la pequeña travieza han despertado.
Continuará
....
Sehr schöne Geschichte!!!
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